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La discriminación se basa en ideas preconcebidas, no verificadas, y en conductas muy arraigadas que el Gerontólogo estadounidense Robert BUTLER llama 'edadismo', identificando con ese nombre una forma muy difundida de prejuicios relativos al envejecimiento de la población, al origen de discriminación social.

 

Los Mayores se enfrentan a una discriminación en numerosos ámbitos de la vida cotidiana. Hasta ahora las discusiones sobre el envejecimiento daban por supuesto que los Mayores formaban un grupo homogéneo. No se tenía en cuenta la diversidad de tal 'conjunto', diversidad que no dejará de aumentar a medida que este conjunto crezca.

 

La discriminación político-social y el envejecimiento de la población europea.

 

Los Mayores representan una parte importante de la población europea. Constituyen un grupo que no deja de crecer ateniéndose a la magnitud de la mutación demográfica. La cuestión del envejecimiento de la población viene a ser poco a poco una de las prioridades en el debate socio-político en Europa. Adaptar las políticas que utilizan la edad como factor selectivo se hace pués urgente e imprescindible, incluso en el ámbito político-social. Cito la plataforma AGE que considera que: ' Debemos estudiar los medios posibles para combatir la discriminación basada en la edad en otros ámbitos que el empleo y particularmente en los ámbitos políticos y sociales, es decir los que afectan a la ciudadanía de los Mayores.'

 

En efecto, cuando abordamos el problema de la discriminación de los Mayores, lo primero que nos viene a la mente es la discriminación en la contratación, o la discriminación sanitaria. Olvidamos una forma menos espectacular, pero igual de negativa, la discriminación político-social. Esta discriminación que, entre otros efectos negativos, excluye a los 'viejos' de su participación a ciertas responsabilidades sociales, políticas y sindicales. Esta discriminación que les aparta de lo que llamamos en Francia ' la ciudadanía responsable'.

Las diferentes formas de discriminación socio-política en Francia.

 

A pesar de las posturas y de los compromisos comunitarios, la discriminación por la edad sigue siendo realidad en el seno de la UE , incluso en el ámbito socio-político. Recordemos unos ejemplos:

Ø      En el mundo laboral, la discriminación social no solo toma forma de exclusión en la contratación, sino que el límite de edad se ejerce socialmente en la promoción y en el acceso a la formación permanente.

Ø      Constatamos también una discriminación político-social en la dirección de algunos organismos públicos y privados que imponen un límite de edad en los consejos de administración (70 años en las mutuas – 65 años en las cajas de seguridad social – 70 años para los peritos judiciales).

Ø      De manera disimulada, alegando un rejuvenecimiento de los directivos y políticos, asistimos a cierta forma de discriminación por la edad en la concesión de mandatos públicos, políticos o comunitarios.

Ø      Destacar también la discriminación infligida a los Mayores en materia de crédito (no aceptación de préstamos y/o toma de garantías más importantes).

Ø      Destacar la discriminación que afecta economicamente a los Mayores. Se trata de la diferencia en la fijación de tarifa en función de la edad, llevada a cabo por ciertos seguros y mutuas tanto en materia de cobertura de riesgos materiales como de seguros complementarios privados

Ø      Por otra parte demasiados organismos públicos o privados no aseguran o aseguran mal la seguridad y la protección de los Mayores, a veces por falta de medios pero sobre todo por laxismo. Se trata, otra vez, de una forma antisocial y discriminatoria que, manteniendo un ámbito 'hostil', no permite la movilidad de los Mayores o no asegura su protección contra las agresiones, maltratos, incluso la estafa económica

Ø      La evolución permanente de nuestra sociedad hacia el modernismo y el progreso genera una nueva discriminación social, privando algunos Mayores del acceso a las nuevas tecnologías por falta de medios y de formación de acompañamiento.

Ø      Por último, en Francia una de la discriminaciones socio-políticas que, desde 1945,   escandaliza a los Mayores y en particular a los 2 millones de jubilados, trata de su representación. En efecto la constitución francesa deja a los sindicatos y solo a ellos la representación de los jubilados en las instancias en las que se toman las decisiones que les afectan. Los jubilados consideran, con toda la razón, que se les priva del 'derecho ciudadano' más elemental.                                                                             

Ø       ØMás aún, respecto a responsabilidades y compromiso político y social,  se enfrentan a menudo a una discriminación influenciada por una voluntad de favorecer cierta forma de 'jovenismo'.                                                                       

¿Como luchar contra la discriminación socio-política? Cuatro proposiciones urgentes:

.j Excluir cualquier forma de discriminación por la edad, mediante políticas sociales adaptadas al envejecimiento de la población con el fin de erradicar cualquier discriminación social, Ü Desde este punto de vista, cualquier forma de jubilación anticipada impuesta se tiene que rechazar. Ü También se debe prohibir, en materia de cobertura de riesgos, según un principio de solidaridad intergeneracional, cualquier tipo de aumento de las cuotas de seguro o de mutuas en función de la edad.                                               

  k Tomar en cuenta el envejecimiento en todos los ámbitos de acción con el fin de construir una sociedad abierta a todas las edades.                                                                                                                                         ÜEs imprescindible mejorar la imagen que se da del envejecimiento y de los Mayores, especialmente de las mujeres mayores. ÜHay que favorecer más la participación social, económica y política de los Mayores. ÜEsta participación tiene que integrar también su contribución en las tomas de decisiones.                                                                  ÜHay que prohibir cualquier tipo de discriminación por la edad en el ejercicio de una función o de un mandato político o público. Es importante, tanto para la sociedad como para los Mayores, que la vida pólitica les siga siendo abiertaÜ Hay que favorecer la integración generacional mediante una participación efectiva y activa en la comunidad                      

  l. Asegurar una calidad de vida a todas las edades permitiendo una vida independiente y con seguridad.                          Se trata de un ámbito en el que se juntan lo social y lo político. Hay que facilitar la movilidad de los Mayores en todos los lugares. La restricción de la movilidad de los Mayores obstaculizada por un entorno 'hostil' y una reglamentación inadecuada se debe suprimir ya que condiciona en parte una buena integración social. Ü Hay que asegurarse de que puedan elegir el lugar y las condiciones de vida. Ü Hay que integrar aún más la protección física de los Mayores en la política de seguridad de las ciudades. 

                                                                                            

El acceso a los progresos tecnológicos generará una desaceleración del fenómeno de discriminación sociopolítica.

Ü Hay que permitir que los Mayores se sientan socialmente integrados en la comunidad, permitiendo que participen en las nuevas formas de comunicación. Ü Debemos darles la posibilidad de aprender a manejar las nuevas tecnologías (Internet, móviles, ordenadores), facilitando la comunicación intergeneracional

Conclusión.

 

            En numerosos paises en vía de desarollo, los Mayores tienen un papel 'central' a nivel comunitario. La cultura tradicional de estas naciones permitió conservar el importante papel de los 'ancianos'. Se les consulta para tomar decisiones, se recurre a su sabiduría.                                En Europa, dependiendo de las naciones, hacemos frente de diversas maneras a la discriminación político-social de los Mayores. Sin embargo parece que nuestra sociedad moderna, al contrario, sacrificó la experiencia y el conocimiento en aras de la tecnología, la juventud y el materialismo.                                                El desconocimiento de la contribución  económica, social y cultural de los Mayores es lo que creó el estereotipo de los 'viejos improductivos', víctimas del irreversible ocaso, que conduce a todo tipo de discriminación incluso la discriminación político-social. El Parlamento Europeo y la Comisión Europea hicieron lo necesario para que los paises miembros de la UE aprobaran las leyes y elaboraran Cartas, con el fin de proteger los derechos de los Mayores y garantizar su participación sin restricciones en la vida social y política. Las ONG's reconocen que hubo grandes progresos, pero, sin embargo, se muestran preocupadas en cuanto a la rápida puesta en marcha de las estrategias.

¿Debemos, sin embargo, admitir esta situación, cuando lo que está en juego es tan importante? La Plataforma AGE considera que lo que está en juego sobrepasa las cuestiones de las pensiones, la dependencia o la tasa de empleo. Impacta y conlleva la aportación de un cambio cualitativo en las estructuras sociales, económicas y políticas. Este cambio cualitativo debe permitir integrar y entender mejor lo que el cambio demográfico representa para cada país y para la Unión Europea. Este cambio debe suscitar respuestas apropiadas que favorezcan la equidad y la solidaridad entre generaciones.

La Sociedad Europea debe darse cuenta de que lo que importa no es la edad de una persona, sino su manera de ser y de hacer. Sea cual sea su situación o su estado de salud, todos los Mayores merecen un encuentro humano y digno con los demás. Es importante que se alcance la instauración efectiva de una 'ciudadanía compartida' en todos los ámbitos, incluso en el político y social.

Solo entonces habremos hecho un adelanto importante con el fin de erradicar la discriminación por la edad, incluso la discriminación político-social. Gracias por su atención y su escucha.

JC CHRETIEN