La confraternización anual de nuestra Agrupación Europea se celebró en la estación termal de Chianciano Terme, en la región de la Toscana en Italia, en la que estuvieron presentes las delegaciones de Alemania, España, Francia, Italia, Portugal y Reino Unido. Este Euroencuentro, el XXII, tuvo un programa de visitas que por su calidad y criterio de elección mantuvo el nivel de otros años al que la Organización nos tiene acostumbrados. Sin embargo el Euroencuentro, no se trata únicamente de visitas y confraternización. Sobre esto escribirá nuestra Amiga Christa Saia...
La Agrupación Europea tiene sus órganos de gestión, que en estos días se reúnen en sesiones de trabajo de conformidad con los estatutos.
Las sesiones de trabajo se iniciaron el día 14 de mayo con la reunión del Consejo de Administración, en la que según el orden de trabajo se destacaba como puntos más importantes: la Modificación de la sede de la Agrupación Europea y alteración de los estatutos, así como el análisis de la situación financiera de la Agrupación Europea y de los Euroencuentros y la presentación del presupuesto para 2016, informe de la actividad del Presidente, trabajos del GET y cuestiones de actualidad. En la Asamblea Ordinaria de Delegados se siguió con el mismo orden de trabajos así como en la Asamblea Extraordinaria de Delegados donde se analizó y aprobó la propuesta de modificación de los estatutos. Esta modificación tiene que ver con el artículo 4º - Sede
Se decidió que la Sede Social se estableciera en la Calle Antonio de Cabezón, 29 - 28034 MADRID (España).
El tema para el encuentro de este año ha sido "Como Asegurar que la "Economía de Plata" apoya los derechos de igualdad de participación de las personas mayores". En el documento relativo a este tema, elaborado de acuerdo con las opiniones expresadas en las conferencias de los delegados de los diferentes países se plasmó, pese a las diferentes realidades políticas, históricas, sociales y económicas, el conjunto de preocupaciones y aspiraciones comunes. Todas ellas se debatieron en la reunión del GET (Grupo de Estudio y Trabajo) y, tras un intenso intercambio de ideas, fue posible llegar a un consenso del documento que tenía que ser presentado por el Presidente en la Asamblea de la Plataforma AGE, que tiene lugar en noviembre.
Del mismo modo constan, de manera resumida, algunas de las conclusiones que se presentarán en la Comisión Europea, según lo establecido en las páginas anteriores.
En la Asamblea General Ordinaria, punto álgido del Euroencuentro, se presentaron el informe de actividad del Presidente, el nombramiento del Presidente Honorario de la Agrupación Europea, las conferencias de los Delegados de los diferentes países, referentes al tema "Como Asegurar que la "Economía de Plata" apoya los derechos de igualdad de participación de las personas mayores" y la Conferencia del conferenciante invitado italiano, Dr. Francesco Chittolina.
La "Economía de Plata" es un concepto que se ha instaurado en los últimos años, que surgió como una necesidad originada por la creciente inversión de la pirámide demográfica, y cuyo origen radica en una tasa de natalidad en constante regresión en Europa. Tiene como propósito dar respuesta al potencial mercado de productos, deseablemente innovadores, existente por las necesidades de las personas mayores, que puedan aliviar el gasto público como consecuencia de esas necesidades y que permitan una mejora de la calidad de vida.
El conferenciante invitado, que presentó su ponencia "Europa: Entre Una Memoria Débil y Un Futuro Incierto Una Historia Rica y Dramática", disertó con mucha claridad y conocimiento sobre la Historia de Europa, pasando por los desentendimientos entre sus pueblos, que en muchas ocasiones tuvieron como desenlace graves conflictos, culminando en dos tragedias del siglo XX, la I Guerra Mundial, también conocida como Guerra Europea o Gran Guerra y la II Guerra Mundial. Las consecuencias han sido tan graves para los pueblos europeos que se imponía una solución política que posibilitase la construcción de puentes suficientemente sólidos, que permitieran resolver con el diálogo futuras divergencias que construyesen el sentimiento de unión y pertenencia al continente teniendo como objetivo la defensa de la paz. Este sueño llevó a Robert Schuman, Jean Monnet, Konrad Adenauer, Alcide de Gasperi y Paul-Henri Spaak, a conseguir que el Tratado de París en 1951 la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, semilla de los futuros tratados que originaron las instituciones que en el presente tutelan a Europa. Empezó entonces una historia compleja, con crisis y recuperaciones, pero sin un progreso significativo en el sentido de la unión política, tal y como anhelaron los fundadores. Ello se ha convertido en una tarea difícil de materializar con los actuales veintiocho países miembros, agravado por la desconfianza o incluso hostilidad frente a las instituciones de la Unión Europea.
Tras una reflexión exhaustiva de las diferentes vicisitudes que han marcado a Europa, el conferenciante se centró en la urgente necesidad de nuevos tratados, nuevas instituciones y nuevas políticas que se deben llevar a cabo por la determinación de hombres y mujeres capaces de sobrepasar los intereses nacionales para alcanzar el bien común, apoyado por la relación cercana y constante de todos los ciudadanos europeos y no solo con los electores de su nacionalidad.
Aún hay mucho que construir con el trabajo político de los ciudadanos y no únicamente de las clases dirigentes, porque solo así será posible construir una Unión de los Pueblos y no únicamente una Unión de los Estados, tal vez justificada al inicio de la construcción europea, pero inadecuada para resolver los problemas de hoy en día.
El Euroencuentro se cerró con la convicción de los participantes de que son los ciudadanos los que deben desempeñar un papel activo en la defensa de sus vidas, y no aceptar las normas del juego que los constriñe al papel pasivo de meros espectadores.
Hasta el año que viene en Portugal que, con su tradicional hospitalidad y belleza natural, dará a los miembros de la Agrupación Europea, a los que se reúnan en el XXIII Euroencuentro, la oportunidad de convivir fraternalmente y de estrechar aún más los lazos que nos unen como ciudadanos europeos.
Carlos Garrido Delegado de la Asamblea