Uno de los retos más importantes del futuro es el rápido envejecimiento demográfico de la sociedad. Este reto solo se podrá superar con la participación de todas las generaciones. La solidaridad intergeneracional es una exigencia indiscutible que permitirá a cada persona encontrar su lugar en la sociedad, desarrollarse y contribuir al bienestar general. La solidaridad intergeneracional debe ser apreciada como un elemento de estabilidad social. Esta solidaridad descansa sobre dos pilares, la solidaridad nacional y colectiva y la solidaridad familiar. La Agrupación debe tener en cuenta la articulación y la complementariedad entre la solidaridad pública y la solidaridad familiar, aunar nuestras experiencias, hacer progresar el debate público de la sociedad, y reflexionar sobre la solidaridad intergeneracional según cinco grandes orientaciones: