El objetivo de estos estudios y procedimientos
legislativos es pedir a los mayores que participen activamente en la solución
del fenómeno, preparándose de la mejor manera posible para afrontarlo. Para
ello, se pide que los mayores se puedan involucrar más a través de programas de
formación, mejora de las soluciones de vivienda y condiciones ambientales
conformes a su situación.
En inglés, este programa se llama “empowerment”, es
decir, refuerzo y potenciación de los mayores de 65 años mediante una
emancipación guiada que permita a los sujetos seguir siendo independientes
física
y psicológicamente, seguir siendo, en resumen,
verdaderos sujetos sociales.
A esto podría contribuir poder vivir en su propia casa con la asistencia de unos servicios sociales
eficientes, es decir, permanecer en su entorno con la posibilidad de acceder a
unas estructuras socio-sanitarias y asistenciales modernas y flexibles. El Libro
Verde examina también varias posibilidades para afrontar el problema del
envejecimiento de la población.
Una de ellas sería bloquear el fenómeno mediante el
aumento de la natalidad y de los niveles de inmigración.
Pero, ¿qué tipo de políticas se deberían adoptar para
resolver los nuevos problemas que surgirían? Las posibles respuestas incluyen
mayor asistencia para el cuidado de los hijos, favorecer el
equilibrio
entre el trabajo y la familia, convencer a las madres
para que vuelvan al trabajo o a los padres de que el hecho de tener familia no
compromete su carrera profesional.
Una población que envejece también crea interrogantes sobre cómo interactúan
y contribuyen a la sociedad las diferentes generaciones. Parece que los más
jóvenes son más conscientes de la necesidad del conocimiento de las nuevas
tecnologías, pero las cifras actuales demuestran que los menores de 25 años
tienen dificultad a la hora de encontrar trabajo. En 2004, cerca de un 18%
estaba desempleado en comparación con un desempleo del 7,5% para las
personas con edad comprendida entre los 25 y los 64 años. Y a pesar del aumento
general del nivel de educación en las últimas décadas, todavía el 19% de los
jóvenes deja el colegio sin haber obtenido ninguna cualificación.
Se debe incentivar en mayor medida la participación de
los trabajadores más mayores en el mercado laboral. El nivel actual de
trabajadores de más de 55 años es de aproximadamente el 40%, mucho menos del 50%
previsto en Lisboa en 2000. De hecho, en Europa solo el 5,3% de la población
entre 65 y 79 años
tiene una vida profesional activa en comparación con el
18,5% de los Estados Unidos.
Pero uno de los cambios más importantes de las próximas
décadas será el aumento de la población de más de 80 años. La mejora de las
condiciones de vida y de los cuidados sanitarios supone una mayor esperanza de
vida respecto al pasado. Si pensamos que actualmente hay cerca de 18,8 millones
de personas con más de 80 años y que se prevé que para el año 2030 esta cifra
llegue a los 34,7 millones, un aumento del 54% en
25 años, nos daremos cuenta del alcance del fenómeno.
Aunque las personas conserven una buena salud y sean independientes por más tiempo, la demanda de servicios asistenciales locales
sufrirá, sin duda, un gran incremento. Y el hecho de que un número tan
considerable de personas vivan lejos de sus familias también agravará el
problema.
El modo en que Europa
consiga superar este desafío dependerá de su habilidad para anticiparse,
administrarse y adaptarse al cambio. El Libro Verde es, por tanto, un primer
intento para tratar el problema desde una perspectiva global y para recopilar
las distintas hipótesis de todos los que se
interesan por el tema en toda
Europa. Nuestra Agrupación también debe,
por tanto, participar en la solución del problema. De hecho, todos los que estén
interesados pueden contribuir al proceso de consulta mediante el documento
disponible en la página web:
http://europa.eu.int/yourvoice/consultations/index_en.htm
Franco
Salza
Presidente de la Agrupación
Europea