... y a velocidad de crucero. El XI Euroencuentro, celebrado en Islantilla, me ha traído a la mente el diseño, construcción y puesta en vuelo de una aeronave. Hace once años, unos hombres de Cajas de Ahorros conocedores de la Obra Social y de su respeto por los mayores, supieron ver el futuro y pusieron su trabajo desinteresado, su fe y su ilusión en un proyecto de unión de los empleados que habían pasado a la jubilación, para mantener los valores que habían sembrado durante su vida profesional, conscientes de que la llamada “tercera edad” traería consigo unos problemas comunes a todos los países y que la unión era la llave de su solución. Unidos nos escuchan, dispersos nos ignoran. Esta acertada frase de Pepe Lidón resume el motor de nuestra actividad y de nuestro entusiasmo.
Se pusieron a la obra, celebrando su primer Euroencuentro en un lugar de tan alto significado social como el
complejo residencial ISDABE y a la esperanzada llamada de Paco Bernabéu y Pepe Lidón acudieron ya los primeros colegas de la Unión Europea, atraídos por su creencia en iguales valores y sin necesidad de un tratado constitucional. Juntos, empezaron a trazar los senderos que todos íbamos a sentir que tendríamos que recorrer, cada uno en su país, y que en el fondo tienen el mismo común denominador: las pensiones, el mantenimiento de su poder adquisitivo, la asistencia socio-sanitaria digna y justa, la protección social a
la dependencia, la discriminación, la soledad. En resumen, el envejecimiento activo y partícipe de los “mayores” en la vida de la sociedad. Somos conscientes de nuestro peso político y por ello reclamamos el lugar que nos corresponde en la democracia. Nuestros votos no se compran. Nuestros votos se valoran y eso lo tienen que tener constantemente presentes los políticos. No se nos regalan graciosamente pensiones.
Nos las hemos ganado con nuestra previsión y son nuestras. Hemos contribuido a hacer grandes a las Cajas de Ahorros y que alcancen el nivel que hoy tienen y las hemos entregado a nuestros sucesores con un listón muy alto. Y les recordamos que ellos tendrán que ocupar nuestros puestos de hoy. Por este razonamiento tan sencillo se han de ocupar de escuchar nuestras justas peticiones.
Una vez, hubo un monarca que mandó construir una catedral y un día fue a visitar las obras. Pasaba un carpintero y le preguntó qué es lo que hacía. Este le respondió: “Estoy cortando árboles para hacer vigas”. Luego, pregunto a un albañil lo mismo y le contestó: ”Estoy haciendo hormigón para unir las piedras” y así, sucesivamente. Entonces, pasó un humilde peón que llevaba arena en una carretilla y le repitió la pregunta. El peón le respondió: “Estoy construyendo una catedral”. Esto es lo que estamos haciendo todos juntos en la Agrupación Europea de Jubilados, conscientes de la importancia de nuestra tarea grande o
pequeña, en nuestros órganos de gestión y gobierno, en el apoyo de nuestros afiliados. Somos peones que hemos levantado este edificio, con esfuerzo continuo, callado, pero eficaz, desde nuestros órganos representativos al último asociado.
Se pusieron los cimientos en la primera fase: la de creación. Después, vino la de consolidación. Con la Federación de Asociaciones, nos unimos a CEOMA (Confederación Española de Organizaciones de Mayores), en cuyos órganos de gobierno estamos representados. Nos unimos a Asociaciones nacionales de Portugal, Francia, Alemania, Inglaterra, Bélgica, Italia, Suecia y próximamente se nos incorporarán de otros países de la Unión Europea. Pertenecemos a la Plataforma AGE, en Bruselas, con veintiún millones de afiliados, un verdadero “lobby”, en el que pronto estaremos en su Consejo de Administración y en el
que se nos ha felicitado por nuestros estudios y trabajos europeos.
Ahora pasamos a la fase de actuación. Lo hacemos con un sincero juego democrático, traspasando la presidencia a Italia e iniciando los primeros pasos de los denominados Grupos Europeos de Trabajo y el Observatorio Permanente de Protección Social Europeo. Los “mayores” somos importantes. No me queda más remedio que afirmarlo, recordando que la sabiduría, experiencia y prudencia de unos “mayores”, crearon la Comunidad Europea del Carbón y del Acero: Schuman, De Gasperi y Adenauer. Ellos lo consiguieron y sembraron la semilla de lo que hoy es la Unión Europea. Nosotros seguiremos en camino paralelo. Somos “mayores” activos, no arrumbados, tenemos experiencia y no tenemos ambición de ocupar puestos, pero sí de cooperar al éxito del bienestar social. Y ésta es nuestra última y desinteresada ilusión. Nuestro trabajo, nuestro esfuerzo es de un enorme valor añadido a las economías europeas: creamos puestos de trabajo en la sanidad, en el turismo, hostelería, comunicaciones, voluntariado social, asesoramientos, etc. y conocemos el valor de las urnas.
Por último quiero recordar a los colegas de los distintos países que me demostrasteis vuestro afecto al elegirme para nuestros órganos de gobierno. Gracias por vuestra confianza. Y así, después de esta ojeada a nuestra historia, ejemplo de verdadera democracia, nuestra aeronave llamada Agrupación Europea de Jubilados ha hecho su “roll out”, se ha ganado un lugar relevante en Europa, ha despegado y ya está… ganando en altura y en velocidad de crucero. Lo estamos demostrando con nuestra
unidad, experiencia y voluntad desinteresada de cooperación.
Julio Barrera
Secretario General de la Federación Española de Asociaciones de
Jubilados y Pensionistas de las Cajas de Ahorros Confederadas