CONSIDERO que Portugal en este momento histórico puede servir de laboratorio para contrastar lo que espera a la generalidad de los jubilados europeos. Como punto de partida indiscutible y que toda la gentesabe, aunque finja lo contrario, el actual sistema de financiación de la Seguridad Social es insostenible.
El periodo de cotización de los trabajadores en activo es claramente insuficiente para cubrir las responsabilidades de un tiempo de jubilación que se está felizmente alargando por el nítido aumento de la esperanza de la vida (en Suiza ya se habla en poder llegar a los 120 años, dentro depoco).
Por tanto, mientras que no se “quiera” o no se “pueda” recurrir a otras fuentes de financiación, solamente queda la prolongación del periodo de cotización.
Confrontado con este problema, el actual Gobierno Portugués resolvió comenzar por la uniformización de la edad de jubilación finándola a los 65 años.
Esta medida afecta de lleno a los funcionarios del estado que representan el 20% del universo de los trabajadores portugueses, y que ocupan importantes espacios dentro de la vida de la Nación.
Beneficiándose de justos o menos justos motivos, accedían los funcionarios a la jubilación a los 60 años, pudiendo, en casos específicos producirse alrededor de los 50 años. Contrariamente a los demás beneficiarios el valor de supensión, actualizable, era igual al importe percibido en el ultimo mes de trabajo, mientras que en el sistema general, la pensión de jubilación corresponde al 80% del valor medio de lo percibido en los últimos diez años.
El gobierno se encuentra con una fuerte contestación, y hay ya huelgas de profesores y de enfermeros, manifestaciones de los funcionarios públicos y de los policías y fuerzas armadas, y se prevén huelgas de la función pública y de los jueces.
Habrá que esperar hasta octubre para ver cómo el Gobierno resuelve el problema (las elecciones municipales tienen lugar en esta fecha), sabiendo que la mayoría de los trabajadores piensa que la uniformización es justa y deseable.
Sucede que en medio de este barullo pasa desapercibida otra alteración que afecta a todos los jubilados. La deducción general especial del IRS para los jubilados ha bajado de 8.000 a 3.000 euros, lo que representa un aumento sensible del importe de los impuestos a pagar.
Esto es lo que está aconteciendo, pero, especulando, no es difícil imaginar que cuando se calmen los ánimos la edad de jubilación va a aumentar a los 70 años. ¿Y se detendrá ahí?
Si, a todo esto, añadimos que va a disminuir o desaparecer lascoparticipaciones en fármacos y servicios de salud y que el IVA ha pasado del 19 al 21%, resulta claro que los más afectados serán los más desfavorecidos, donde se incluyen la mayor parte de los jubilados. Este el momento de que los jubilados nos hagamos las siguientes reflexiones: a) Nosotros, aunque somos muchos, no conseguimos evitar la degradación del valor de nuestra pensión de jubilación. b) Pese a que nosotros somos el eslabón más débil ¿No podremos hacer nada para cambiar la situación? En mi opinión es posible utilizar las vías de presión para la creación, por ejemplo, de un Secretariado Gubernamental de la 3.ª Edad, tal como ya existe con la Juventud. Es al nivel del poder, nacional o europeo, que será necesario utilizar los mecanismos que obliguen a los Gobiernos a dedicar una verdadera atención a los problemas de la 3.ª edad
Si, a todo esto, añadimos que va a disminuir o desaparecer lascoparticipaciones en fármacos y servicios de salud y que el IVA ha pasado del 19 al 21%, resulta claro que los más afectados serán los más desfavorecidos, donde se incluyen la mayor parte de los jubilados.
Este el momento de que los jubilados nos hagamos las siguientes reflexiones:
a) Nosotros, aunque somos muchos, no conseguimos evitar la degradación del valor de nuestra pensión de jubilación.
b) Pese a que nosotros somos el eslabón más débil ¿No podremos hacer nada para cambiar la situación?
Fernando Boto
Presidente Montepio Geral - Portugal