Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

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Índice de Documentos > Boletín Euroencuentros > Número 5



Es una cuestión acuñada en las guerras y, por lo tanto, peleona en su simple enunciación. 'Los nuestros', además de aplicarse a los que comparten con nosotros un bando, un partido, una opinión o cualquier nexo de mayor o menor alcance, implica siempre un sentido excluyente, antagonista. 'Los nuestros' se oponen, menosprecian y hasta combaten a los de otro bando, a los de otro partido, a los de otra opinión, etc.etc., a los otros. Y esto es justamente lo lamentable, a nuestro entender, cuando se refiere a la gente mayor, a los jubilados, a los pensionistas.

 

Se diría que la evolución sociopolítica, paralelamente a una bienintencionada actitud de 'ayuda' a los mayores, está fomentando su aislamiento en 'guetos' más o menos confortables, pero 'guetos' al fin y al cabo. Y desde allí, desde alguna de estas colectividades parte en ocasiones ese resignado tribalismo de 'los nuestros'.

 

De una vez por todas hay que afirmar, proclamar, vocear a los cuatro vientos que los nuestros son todos, que los nuestros son los niños, y los adolescentes, y los jóvenes, y los maduros, y los matusalenes. Que esas generalizadas tres edades son mentira, y por tanto es rechazable esa 'tercera edad' detrás de cuyos muros se pretende encerrar a todo aquel que haya pasado de los cincuenta o cincuenta y cinco años, declarándole por ese hecho sujeto 'protegible', no apto para desempeñar cargos públicos, para opinar, para decidir, para aportar valores fundamentales, para convivir en todos los ámbitos en igualdad de condiciones con las gentes de todas las edades. ¡Qué bien ha sabido captar Jean Vauriot esta aspiración en su escrito sobre una reunión del anterior 'Euroencuentro'!

 

Pensamos al hablar en este tono en otro colectivo históricamente relegado de los ámbitos de poder, decisión y opinión: la mujer, esa mitad de la humanidad que está viviendo hoy un decisivo paso de la marginación al protagonismo. Un gran logro que en cierta manera empequeñece ese 'los nuestros' que enarbola el feminismo radical. Es evidente que en ese caso 'los nuestros' son las mujeres que logran hacerse oír y abrirse paso en el entramado social, pero también los hombres, y los jóvenes de ambos sexos, que pueden ayudar a esa conquista y que de hecho así lo vienen haciendo con obras y acciones muy señaladas. Los nuestros pueden ser también, en buena parte, los otros. Y así, no cabe duda, se gana.

 

Nuestra Agrupación Europea es, de propósito y vocación, un cauce dispuesto a recibir afluentes de donde vinieren, preparado y atento a verter sus caudales a las corrientes que, en definitiva, desembocarán en la correcta apreciación del mayor. Felizmente las aguas avanzan. Nosotros y vosotros, todos, podemos contribuir a una unidad de acción que alcance sustancialmente nuestras justas aspiraciones.

 

'Los nuestros' al fin y al cabo son los que, juntos, van a constituir esa sociedad que hoy por hoy es solamente un lema: la sociedad para todas las edades.