Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

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El objetivo para Europa 2020
Reducción de la pobreza social y creación de puestos de trabajo

En Europa existe la pobreza en la vejez y amenaza con aumentar aún más en las próximas décadas. Entretanto, casi una de cada dos personas teme no tener suficiente dinero en la vejez.

Corren mayor riesgo las personas en paro y que han ingresado poco dinero, las mujeres, personas con trasfondo migratorio y personas con discapacidad.

También sufren esta amenaza los autónomos, los cuales no gozan del derecho al sistema público de pensiones y no ganan lo suficiente como para crear provisiones por cuenta propia. La pobreza en la vejez no es un fenómeno marginal. Alrededor del 15% de las personas mayores se ven amenazadas por el riesgo de la escasez de ingresos. Si no adoptamos contramedidas decididamente, la brecha relativa a los ingresos en la vejez se abrirá cada vez más. Sin olvidar que la pobreza en la vejez es especialmente grave porque las personas mayores apenas si disponen de los medios para superar la situación por sí solos.

Para garantizar la seguridad financiera en la vejez, es necesaria una regulación de la pensión básica adaptada a las necesidades de cada caso y basada en reglas transparentes.

Además, son necesarios los derechos a tener una pensión suficiente. Para ello, también se necesitan establecer salarios mínimos, debe reducirse el sector peor remunerado y evitarse un nuevo descenso de las pensiones. (En Alemania, el salario mínimo desde principios de año es de 8,50 €/hora.)

Es necesario un mayor equilibrio entre vida familiar y laboral, en especial para las familias monoparentales y las personas que cuidan a algún familiar, para que también en estas situaciones las personas puedan crear provisiones para la vejez.

El acceso al mercado laboral para las personas mayores debe facilitarse y la discriminación de la que estos son víctima debe ser eliminada. Para las personas con trasfondo migratorio y parados de larga duración, se requieren medios de apoyo específicos.

También se necesitan mejoras en la participación social de las personas mayores. Cuando los vínculos se establecen temprano, cuando existen el compromiso del vecindario y una buena infraestructura cercana al hogar, las personas mayores pueden permanecer más tiempo en su entorno familiar.

Debido al aumento de la esperanza de vida, muchas más personas que antes necesitan ayuda en su vida diaria y en los cuidados que precisan.

Ya sea en las residencias o en los hogares privados, la ayuda de los miembros de la familia y los voluntarios no se puede reemplazar.
Además, debería estar disponible una red bien organizada de organizaciones y asociaciones estatales y caritativas para personas mayores y necesitadas. Es importante mejorar la prevención para evitar una futura pobreza de los jubilados. La lucha contra la pobreza en la vejez comienza en la guardería.

De la educación depende la inclusión o marginación de una persona en la sociedad. Un niño que crece bajo condiciones de pobreza y marginación acaba convirtiéndose en un adulto pobre que lo sigue siendo hasta la vejez. Por ello, la UE está bien asesorada para iniciar la lucha contra la pobreza en la vejez ya en la guardería.

El objetivo principal de la política sanitaria debería ser el fomento de la salud y la prevención de la enfermedad, antes de curarla. Las personas socialmente desfavorecidas enferman más a menudo y fallecen antes que el resto de la población. Por ello, debemos ocuparnos de estas, porque las personas con problemas de salud tienen por consiguiente peores oportunidades en el mercado laboral y, por ende, corren mayor riesgo de pobreza. Un círculo vicioso.

En muchas ciudades, se han creado barrios con una concentración de problemas  urbanísticos, económicos y sociales. Pero justamente valores como una vivienda adecuada y asequible y un entorno de vida saludable son la clave para la inclusión social. La vida en la vejez implica la construcción de viviendas sin obstáculos, adaptadas a la edad, para que personas mayores no tengan que mudarse a una residencia por falta de viviendas adecuadas. Pero en estos momentos, muchas familias se ven ahogadas por el aumento del precio de los alquileres y se ven obligados a vivir en zonas con peores condiciones de habitabilidad.

Debido al impacto de la crisis, cada vez más jubilados se ven obligados a aceptar un trabajo de media jornada para poder llegar a fin de mes.

En Alemania las oportunidades de las personas mayores en el mercado laboral han aumentado y el gobierno prevé que seguirán aumentando en el futuro.

Para alcanzar una unión de todas las edades, sería conveniente un intercambio de personal y de jóvenes trabajadores dentro de Europa.

La pobreza en la vejez representa hoy en día un grave problema en Europa. Para que esta circunstancia no se agrave en el futuro, no puede cesar la lucha por una mejora de la situación de las generaciones mayores en nuestra sociedad !!!

Ruth Rebert
(2015)