Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

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Índice de Documentos > Boletín Euroencuentros > Número 15



400 pensionistas europeos de España, Francia, Portugal, Italia, Escocia y Alemania siguieron el rastro de Don Quijote de la Mancha y sus amigos durante una semana en el 16.Euroencuentro. Nos alojamos en el Hotel Beatriz en Toledo, capital de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. La ciudad se encuentra a 65 km al suroeste de Madrid y, a su vez, está rodeada por el rio Tajo, rio más largo de la Península Ibérica con 1007 km.

El lema de la Asamblea General de este año era “La solidaridad intergeneracional”. Los representantes de los distintos países expusieron a los miembros sus respectivos puntos de vista respecto a este tema. Una importante medida de precaución es, por una parte, mantener el vínculo familiar y, por otra parte, establecer un círculo de amigos, el cual esté formado tanto por personas de la misma edad como por jóvenes. De esta forma, se puede alcanzar una vida determinada lo más duradera posible, y la convivencia en la vejez y entre las generaciones desarrollar una nueva calidad.  Además, se exige que los gobiernos generen unas condiciones económicas y sociales satisfactorias. Estas condiciones son las siguientes: acelerar el crecimiento económico, parar la pobreza, proporcionar igualdad para las mujeres en el mundo laboral, posibilitar una educación adecuada y dictar leyes diseñadas para familias.

El hecho de que nuestra sociedad es cada vez más mayor es uno de los retos más importantes del futuro. Este reto sólo podemos superarlo juntos con todas las generaciones.  La solidaridad intergeneracional no es algo evidente. La solidaridad sólo puede existir si se da y se recibe. Por lo tanto, la base para la capacidad de futuro de nuestra sociedad es  el sentido común vivido.

La ponencia de Don Dominique Christian, profesor de filosofía,  acerca de “La crisis, cambio en el comportamiento individual y colectivo” fue impresionante. Banqueros irresponsables han perdido a escala mundial unas sumas exorbitantes debido a especulaciones incontroladas en las bolsas. Es más, los gobiernos subvencionan los bancos con nuestro dinero procedentes de los impuestos para seguir garantizando la estabilidad del sistema financiero. Es extremadamente injusto que los ciudadanos tengan que cargar con esas deudas.

Por ello, el BCI debería supervisar y controlar todos los sectores del ámbito financiero, además de que otras empresas financieras, en tiempos favorables,  crean fondos de reserva para la próxima crisis.

 Los pensionistas europeos de Cajas de Ahorros redactaron hace 20 años la ”Declaración de Bruselas” con el fin de documentar su vínculo con las cajas de ahorro. En dicha declaración definen su identidad y sus objetivos en el marco del bienestar social en todos los niveles políticos y sociales.

Este año conocimos la España interior gracias a la extraordinaria organización del equipo de Euroencuentros y de Halcón Viajes. El primer destino fue la ciudad de Toledo. Su singular ubicación, su pintoresco aspecto urbano y sus extraordinarios monumentos y edificios hacen que la visita a esta ciudad sea comparable con un viaje en una máquina del tiempo, puesto que toda la ciudad parece un museo. Las casas con sus pocas ventanas, sus balcones enrejados y los patios abiertos dejan percibir la influencia oriental, mientras que en época cristiana se construyeron numerosas iglesias, monasterios y hospitales. Los aceros toledanos (como espadas) y las piezas de marquetería bañadas en oro y plata son muy famosos.

Nuestro paseo por el casco antiguo empezó en la muralla de la ciudad junto al puente de San Martín de 30 metros de altura, desde la cual tuvimos una vista espectacular del cañón del rio Tajo. Por la Puerta del Cambrón accedimos a la antigua judería. La comunidad judía  de Toledo era la más grande en la Península Ibérica hasta 1942. De ella queda aún dos sinagogas de la edad media llamadas Al Transito y Santa María de la Blanca. Estas sinagogas fueron utilizadas como iglesias tras ser expulsados los judíos.

Al noroeste de la judería se encuentra el Monasterio de la Orden Franciscana San Juan de los Reyes. En el austero exterior de la iglesia podemos ver todavía las cadenas pertenecientes a los cautivos cristianos liberados. Los escudos de los Reyes Católicos sujetos por águilas y la bóveda del coro situados en el medio de la nave valen la pena ver.

El Claustro, en estilo de gótico flamígero, posee una cubierta de madera con artesonado mudéjar muy decorada con motivos geométricos. El patio interior está ornado por naranjos repletos de su respectiva fruta.

Nuestro guía Javier nos llevó por las estrechas callejuelas hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento donde se encuentra la Catedral que fue construida entre 1226 y 1492. Además, es la segunda catedral más grande de España después de la de Sevilla y la cuarta más grande de Europa. Sus rasgos de la arquitectura árabe, la insólita distribución espacial y la ornamentación en estilo mudéjar hacen que la catedral sea el monumento más interesante de la ciudad. La dorada Capilla Mayor, que consta de cuatro cuerpos, está formada por esculturas de tamaño natural que representan escenas del Nuevo Testamento. Sobre el altar situado en el Coro se puede contemplar la Virgen Blanca, una Virgen sonriente del siglo XIII. En la Sacristía hay una extraordinaria colección de cuadros de El Greco, Goya, van Dyk, Rafael, Tizian y Caravaggio. En la Capilla de San Juan visitamos el tesoro de la catedral. La joya es la famosa custodia de Enrique de Arfe del siglo XVI de casi tres metros, 172 kilogramos de peso y con 260 figurillas doradas. La Custodia desfila todos los años en la famosa Procesión del Corpus Christi por la ciudad.

El verdadero corazón de la ciudad es la Plaza de Zocodover, la cual tiene un trazado triangular y, además, está bordeada por los pilares de los soportales. Desde ahí se accede al Alcázar, el símbolo de la ciudad. Fue destruido por completo en la Guerra Civil de 1936-1939, pero reconstruido más tarde. No está abierto al público.   Por ello fuimos desde el Arco de la Sangre, en el que podemos encontrar una estatua de Miguel de Cervantes, al antiguo Hospital de Santa Cruz. Este edificio, que fue construido a finales del siglo XV por el Cardenal Mendoza, confesor de la Reina Isabel, y que tiene características renacentistas, es actualmente un museo que reúne varias colecciones y excavaciones arqueológicas repartidas por toda la ciudad. En la planta superior se encuentran cuadros y esculturas significativas de El Greco, Ribera y Goya. Es más, en dicha planta también ha encontrado su sitio una sección para la artesanía con vidrio y cerámica.

Cuando era el momento de regresar al hotel disfrutamos una vez más de la vista en el Paseo del Mirador antes de que las numerosas escaleras mecánicas nos llevaran hacia los autobuses que nos estaban esperando. Toledo, en su conjunto, forma en un espacio reducido un irrepetible museo de luces gratuito de la historia antigua de España. La UNESCO, a su vez, sitúa dicha ciudad en la lista de Patrimonio de la Humanidad.

Al día siguiente, un domingo, fuimos a un pequeño y tranquilo pueblo llamado Puebla de Montalbán. En dicho pueblo pudimos ver significativas construcciones del pasado, como la típica Plaza Mayor de Castilla en la que se encuentra la casa de la familia Montalbán y la iglesia Nuestra Señora de la Paz. Puesto que la iglesia estaba cerrada, nos dirigimos dirección Otero hasta llegar a la Finca Constancia.  

La familia González Byass compró hace pocos años la tierra de 240 km cuadrados, perteneciente a la finca, en el valle entre dos ríos para el cultivo de la vid. En el año 2006 tuvo lugar la primera vendimia. La vendimia puede ser posible dos veces al año debido al clima mediterráneo. En las parcelas soleadas crecen sobre todo las uvas perfectas para elaborar un vino tinto de primera calidad. Prueba de ello fue la cata de vino tras la visita en las bodegas.

En Talavera de la Reina hicimos un paseo bajo los rayos del sol por el parque Jardines del Prado con Javier y visitamos la Basílica de Nuestra Señora del Prado. La Basílica está revestida de forma excelente por azulejos amarillos y azules de todas las épocas. Las más antiguas se encuentran en la sacristía. Además de esto, el museo, que abrió el ceramista Ruiz de Luna en 1963 en la Plaza del Pan, alberga una colección de piezas de azulejos talaveranos comprendidos  desde el siglo XVI hasta la actualidad. Tras un paseo por el famoso puente romano de 35 arcos a lo largo del Tajo y tras ir de tiendas, nos encontramos en el Hotel Oasis para comer. Una vez con fuerzas tras la comida nos dirigimos a Torrijos.

La fundación de este lugar con un alto potencial económico tiene su origen en la época romana. Su monumento más importante es la Iglesia del Santísimo Sacramento del siglo XVI. Tiene un magnífico portal y un altar mayor maravilloso. El Hospital de la Caridad, declarado Patrimonio Cultural, fue construido en el siglo XVI al estilo renacentista. En el antiguo Palacio de Pedro I, con paredes gruesas de ladrillos y arena, se encuentra actualmente el ayuntamiento.

 

Al día siguiente, pasamos por delante de las montañas de Toledo, en las que ya se podían ver los primeros molinos, para ir a Consuegra. Hicimos una parada en una antigua destilería de cerámica, la cual es llevada como cafetería por jóvenes discapacitados de dicho lugar. Subimos la Colina Calderico donde se encuentran el castillo y los trece famosos molinos de viento de La Mancha. Cada molino de viento tiene un nombre que hace referencia a Don Quijote. Estos estaban en funcionamiento hasta 1955. Las aspas sólo giran una vez al año, a finales de octubre en la Fiesta del Azafrán. El Castillo fue destruido en 1813 por las tropas de Napoleón. El municipio compró en 1930 el área entera y restauró el castillo.

Javier nos enseño la antigua biblioteca, una cisterna vieja, la cocina y la sala capitular, en la cual tienen lugar juegos de caballeros durante la Fiesta del Azafrán. Actualmente, en la capilla, la cual no tuvo ventanas hasta el siglo XV, se lleva a cabo bodas civiles. Desde la terraza dejamos vagar nuestras miradas sobre el árido paisaje de La Mancha. El nombre de La Mancha proviene del árabe y significa “región seca”. En dicho lugar crecen azafrán, aceitunas, trigo y  se cultiva vino.

Javier nos dijo un dicho típico para esta región:

Nueve meses de invierno- tres meses de infierno. 

Otro típico lugar de La Mancha es Tembleque con su preciosa Plaza Mayor del siglo XVII. Este sitio, en cuyos lados se encuentran arcadas colocadas en tres plantas, se usaba antes como plaza de toros.

Otro destino del viaje por La Mancha fue El Toboso.  La ciudad se vanagloria ser el lugar de nacimiento de la figura literaria de Dulcinea, el amor de Don Quijote. El nombre Dulcinea deriva de la palabra española “dulce”. Después de que Don Quijote mismo se proclamase caballero, estaba en busca de una gran dama de la que enamorarse. Don Quijote eligió a la hija del campesino llamada Aldonza Lorenzo como amada, sin que ésta se enterase del amor que Don Quijote que siente por ella, y revistió a Aldonza con el título inventado de Dulcinea del Toboso. Mientras que Aldonza es conocida por tener la mejor mano para salar puercos, Sancho Panza la describe como una mujer con pelos en los dientes, brazos fuertes y una voz penetrante, Don Quijote idealiza su noble dama. Dulcinea se convierte para él la belleza ideal.

Don Quijote actúa siempre a lo largo de la novela en nombre de su dama Dulcinea, pero sin que la verdadera Aldonza tenga jamás conocimiento de las acciones. Dulcinea sigue siendo para Don Quijote una imagen ideal inalcanzable y un amor platónico que las mujeres que Don Quijote se encuentra en sus aventuras no llegan a llenar. En el Museo Cervantes, que se abrió en 1983, vimos una colección interesante de ediciones del Quijote en distintos idiomas y dialectos. La edición más antigua es del año 1605. Comimos, como no puede ser de otra manera, en el restaurante “Dulcinea”.

El último día visitamos otro monumento declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, el Palacio Real en Aranjuez que se encuentra a 50km al sur de Madrid. El Palacio fue construido sobre los restos de un convento, cuyo terreno fue adquirido por el rey español en el siglo XVI. Debido a la situación favorable en las orillas del Tajo, la Familia Real estableció aquí su residencia de verano que llevó consigo grandes esfuerzos para la mudanza. La construcción comenzó en 1560, siguiendo los planos de El Escorial, por orden de Felipe II. En los años siguientes siguieron aconteciéndose reformas. Felipe V reformó el Palacio en el siglo XVIII en una gran residencia barroca con nueva decoración. El Jardín Real también tuvo su aspecto actual en el pasado. Después de que Carlos III dejara construir dos alas laterales adicionales, se construyó la gran Plaza de Armas. El Palacio actualmente alberga, en partes, un museo y se presenta con una decoración interior costosa. Las salas están equipadas con valiosos tapices, muebles, porcelanas, relojes, cuadros y otros objetos de arte como se corresponden al rango de los antiguos habitantes. El Salón del Trono revestido con terciopelo y el Salón Árabe son especialmente interesantes de ver. El punto culminante es el Gabinete de Porcelana que está decorado con una riquísima ornamentación de porcelana y figuras asiáticas. Todas las figuras fueron fabricadas en las manufacturas de porcelana en Madrid.

Además, el Palacio de Aranjuez es famoso por sus jardines. El agua forma el elemento constitutivo dominante debido al Tajo; los jardines están situados junto a éste rio. Los jardines conservan a día de hoy sus rasgos esenciales y hay cuatro jardines distintos. El Jardín del Príncipe se encuentra directamente en la orilla del rio, mientras que el Jardín de la Isla se encuentra en una isla artificial instalada. Los jardines se caracterizan por estar decoradas con numerosas fuentes, estatuas y arriates de flores.

 

Después de una estupenda semana nos despedimos con todo el dolor del corazón de Toledo. En el Aeropuerto de Madrid nos informaron de que el tráfico aéreo se interrumpía a causa de la nube de ceniza procedente del volcán islandés. Sin ningún tipo de ayuda y teniendo que arreglárnoslo sólo, tuvimos que alojarnos en un hotel de Madrid. Para obtener algún tipo de información en las entonces aquellas circunstancias caóticas, era ya habitual esperar todos los días cinco horas en el mostrador de Iberia. No sabíamos que hacer. Lo peor fue que la situación llegaba a ser peligrosa, puesto que a algunos amigos se les acababa los medicamentos. Después de ochos días éramos libres, puesto que conseguimos un vuelo hacia Düsseldorf.

Esperamos que la solidaridad intergerenacional crezca con nuestra cooperación y damos las gracias a nuestro amigo Pepe López y su amable equipo por el buen tiempo que hemos pasado durante este Euroencuentro.

    

      Ruth Rebert und Christa Saia