¿Hay que extrañarse de nuevo que la Discriminación a causa de la edad esté en el centro de las preocupaciones de la Agrupación? Desgraciadamente no, ya que a pesar de las recomendaciones de los estados miembro de la U.E.., las Personas Mayores, deben aún y muy a menudo enfrentarse a prejuicios “de edad”. El carácter preocupante de esta situación permanece por el hecho de que estos prejuicios y estos estereotipos son oficiales, sea directamente por medio de leyes y reglamentos, sea implícitamente por las costumbres y las prácticas. En Saccia y en Albufeira, durante los A.G. anteriores, abordamos la Discriminación de la que son víctimas las Personas Mayores, bajo sus aspectos sanitarios, sociales y políticos. Este año lo trataremos bajo el prisma de la Economía. Podrán comprobar que algunas formas de Discriminación socio-políticas y sanitarias inducen a menudo discriminaciones económicas.
La Discriminación económica se basa en una percepción negativa del envejecimiento demográfico. Con frecuencia, las personas mayores son consideradas incapaces de asumir algunas tareas o misiones; son percibidas como dependientes o difíciles de llevar. Estas afirmaciones, este enfoque restrictivo de la vejez, invade nuestra Sociedad y las discriminaciones que inducen nos llegan ya a parecer justificadas y racionales.
La Discriminación Económica se manifiesta en todos los niveles. En efecto, mientras que la población envejece, nuevas oportunidades y nuevos desafíos se presentan a la Sociedad, suscitando nuevas cuestiones económicas y sociales. ¿Porqué las actitudes y las políticas tradicionales sobre cuestiones esenciales como el empleo, la formación y la educación, el reparto de la renta, el consumo de bienes y servicios, el urbanismo, la oferta y el acceso a los cuidados y a la vida familiar, cultural y pública no son siempre replanteadas en función de los cambios demográficos? Para poner término a la Discriminación Económica, los gobernantes tendrían que emprender una reflexión para una comprensión renovada y una modificación de actitud hacia las Personas Mayores.
ALGUNOS EJEMPLOS de Discriminaciones Económicas que padecen a diario muchas Personas Mayores.
En materia de empleo y de formación continua.
En la educación y en el acceso al saber.
En los servicios financieros.
Seguros.
Seguridad social.
El urbanismo y la vida comunitaria.
La oferta y el acceso a los cuidados.
La vida social o asociativa.
Hacer desaparecer la discriminación es todo un desafío. Hará falta mucho tiempo… La Sociedad necesita reconocer que una longevidad aumentada no constituye una amenaza, sino una revelación de los inmensos progresos sociales. No tomamos lo bastante en cuenta las contribuciones que las Personas Mayores aportan a la sociedad. En una situación económica mundial difícil por la crisis financiera, no tomamos suficientemente en cuenta la evolución sociológica que transforma los intercambios intergeneracionales. Las Personas Mayores tienen que enfrentarse a los problemas sociales y financieros de las generaciones jóvenes. Sus contribuciones futuras en términos de transferencias de recursos entre generaciones y de soporte y de educación son económicamente ignoradas o mal identificadas. Su capacidad para comprometerse aun más con la sociedad no es suficientemente aprovechada por los gobernantes, falseándose así la percepción de una Sociedad para todas las edades.