Siendo un convencido europeista (Chretien, no estás solo), siento que Europa, que es fundamental para la paz y el equilibrio del mundo, sólo será posible si los pueblos que la constituyen se conocen.

Si en mi pequeño país aún existen desconfianzas entre el norte y el sur, y divergencias regionales relevantes, un país que tiene las fronteras consolidadas más antiguas de Europa, que se puede esperar que ocurra entre naciones que hace tan poco tiempo se debatian en luchas mortales, naciones en las que, ciertamente como en Portugal, aún hace media docena de años se decía, con convicción, 'de España ni buen viento ni buena boda'.

 Pero esos recelos se atenúan y, atenuándose, tienden a desaparecer más fácilmente con la convivencia y el conocimiento mutuos.

Por eso es que el momento impar que se vivió en el almuerzo de Alicante es un paso, minúsculo, subatómico tal vez, pero un paso en el camino correcto.

Sé que la barrera lingüística es fuerte (que lo diga Barry Ingham y nuestras tentativas de conversar), pero es necesario crear condiciones para que esta grande pero única convivencia durante un año, se pueda multiplicar en pequeños contactos.

Para eso los representantes de cada país deberían prepararse y disponer lo necesario para que las diversas Asociaciones que constituyen la Agrupación puedan ayudar a los compañeros en los desplazamientos a sus respectivos países.

No será preciso hacer de cicerones, pero ¡hay tanta ayuda posible con poco esfuerzo!. Una sonrisa, una copa para beber en compañia, una amistad que se fortalece. Con pequeños ladrillos se hacen los grandes edificios.

Pese a lo que arriba refiero, tengo la sensación de que tiene que irse más lejos en las conclusiones del Euroencuentro. Este año hubo la clarividencia de evitar la lectura repetitiva de los textos presentados. En la Asamblea, los mismos fueron datos a conocer, pero ahí se quedó todo.

La función de elemento de presión que la Agrupación debe asumir ante los Gobiernos parece exigir la existencia de un TEXTO FINAL elaborado por todos los representantes de los países, o por una comisión que se preste a ese trabajo, texto que que amalgame las diversas opiniones y que sea llevado al conocimiento de quienes deciden nuestros destinos.

Es ese nuestro trabajo esencial. Exigirá más horas de trabajo durante la convivencia, pero es fundamental.

Ya que hablé de la convivencia, es mi obligación elogiar los esfuerzos y trabajos del equipo que lo hizo

posible, y agradecer a la CAJA DE AHORROS DEL MEDITERRÁNEO y al AYUNTAMIENTO DE BENIDORME las magníficas invitaciones y las atenciones que nos dispensaron.

Fernando Boto

Presidente Associação de Reformados do Montepio Geral