Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

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Índice de Documentos > Boletín Euroencuentros > Número 8



LA Agrupación Europea de Jubilados de las Cajas de Ahorros, Bancos e Instituciones Afines celebra este año su 10.º aniversario. En efecto, fue en junio de 1993 cuando se tuvo la primera Asamblea General en Bruselas, donde el bautismo le fue dado delante de más de 300 personas –170 españoles, 40 belgas, 17 franceses, 6 portugueses, 1 alemán y 60 acompañantes.

Los Estatutos de la Agrupación fueron aprobados por el Ministerio de Justicia belga, por Real Decreto firmado en Motril (España), residencia veraniega del Rey Balduino, el 8 de abril de 1993 y publicado en el «Moniteur» belga el 26 de agosto del mismo año.

André Coutant, presidente-fundador de la Federación Francesa, había remitido a Monsieur Gérard Deprez, diputado europeo en la ciudad de Bruselas y en presencia de Monsieur Vasco de Oliveira, representante de la Comisión Europea, la «Carta Europea de los jubilados».

Pero el proceso de creación había sido iniciado años antes. La iniciativa fue de Francisco M. Bernabéu Penalva, Presidente de la Federación de Empleados Jubilados y Pensionistas de las Cajas de Ahorros Confederadas españolas en el transcurso de su Asamblea General celebrada en Santiago de Compostela en 1987, y fue en Madrid, el 12 de noviembre de 1988 cuando se elaboró el documento fundador de la Agrupación, bajo el nombre de «Declaración de Madrid», en el transcurso de la primera reunión, que estuvo patrocinada por la CECA, y en la que participaron los señores: Allué, Director General de la CECA; Bernabéu, Presidente de la Federación de Empleados Jubilados y Pensionistas de las Cajas de Ahorros Confederadas de España; Roger Miraglio, Vicepresidente de la Fédération Nationale du Personnel Retraité des Caisses d’Épargne de France; Manuel Fernández Pereira da Cruz, Presidente de ANAC (Asociaçao Nacional des Aposentados da Caixa Geral de Portugal); y Raoul Maelstaf, del Comité de Jubilados de ASLK/CGER (Caixa Général d’Épargne et Retraite de Bélgica). En la «Declaración de Madrid» se proponía la creación de una Asociación que agrupase a los jubilados de las cajas de ahorros europeas, declaración a la que se adhirieron también los señores Atilio Sala, Presidente de Pensionati CARIPLO, de Italia; Albert Backendof, Presidente de la Asociation des Retraités de la Caissa d’Épargne de l’Etat de Luxemburgo, y Sdeenek, de Suecia.

Una nueva reunión tuvo lugar en Zaragoza, en la que todos los países citados confirmaron, de forma muy clara, su adhesión y su simpatía a un movimiento que franqueaba las fronteras y que se inscribiera estrechamente en la nueva Europa. Se puede decir, si se utiliza el método chino de la determinación de la fecha de nacimiento a partir del momento de la concepción, que la Agrupación Europea tiene en este año no 10, sino 15 años.

Los miembros fundadores sabían que su tarea no sería fácil, y que la coordinación de países, ciertamente europeos pero muy diferentes por su naturaleza, sus costumbres y sus estructuras, no se haría en un día, y que la ruta hacia una Agrupación ampliada a los 15 países miembros de la Unión Europea sería larga y difícil. Roger Miraglio, vicepresidente de la Agrupación, había hablado de una Europa de los jubilados desde Gibraltar hasta el Cabo Norte, desde Sicilia a Escocia y del Atlántico al Oder.

Trabajo de larga duración, porque las dificultades derivan de la falta de armonización de las estructuras reagrupadoras de los jubilados de cada país. Otra cosa es que únicamente los gobiernos tienen la clave de esta evolución, pero nos corresponde a nosotros esforzarnos en aproximar nuestros puntos de vista en un clima de tolerancia y confianza.

Los actuales estatutos han sido redactados en este sentido, permitiendo a los jubilados de las Cajas de Ahorros convertidas en bancos encontrarse en el seno de nuestra Agrupación. Permiten igualmente la adhesión de asociaciones afines a la nuestra, que compartes con nosotros los mismos valores y que por la calidad de sus representantes son susceptibles de aportarnos su saber hacer y su experiencia.

Francisco Bernabéu Penalva, que fue el primer presidente de la Agrupación, nombrado en Bruselas, había puesto el tren sobre los raíles, ayudado en esto por José Lidón Meseguer, Vicepresidente Delegado, que le sucedió en la presidencia en 1998. Éste consolidó las estructuras de la Agrupación, ampliándola a ocho países.

El anagrama de la Agrupación lo diseñó el Jefe de Publicidad de la CECA, José María Clemente, a imagen del de GECE, y es una gaviota sobre el fondo de estrellas de la bandera de Europa. La gaviota fue adoptada del famoso relato «Juan Salvador GAVIOTA» (Jonathan Livingston Seagul) del americano Richard Bach.

Desde la creación oficial en 1993 se celebraban asambleas anuales y sólo asistían a ellas los fundadores, toda vez que vivían muy distantes unos de otros y resultaba excesivo el gasto necesario para los desplazamientos con lo que la precaria convivencia hacía problemático el futuro de la Agrupación. Para resolver este problema, el señor Lidón proyectó y organizó el primer Euroencuentro, consistente en una convivencia de 10 días en ISDABE, Residencia Internacional de las Cajas de Ahorros, situada en la Costa del Sol española, con un programa turístico interesante y barato, que se alternaba con reuniones de trabajo, Consejo de Administración y Asamblea General. Aquel Euroencuentro, al que asistieron 278 personas, fue todo un éxito, por lo que viene repitiéndose todos los años en distintos lugares con un constante aumento de asistentes: ISDABE (1996, 1998 y 2001), Isla de Mallorca (1997 y 2003), Benidorm, acompañado de un Congreso Internacional abierto en Alicante (1999), Platja d’Aro (2000), Peñíscola (2002). En los Euroencuentros se cuenta con la extraordinaria colaboración del Profesor de Traducción e Interpretación de la Universidad de Alicante, Diego Carrasco Eguino, quien siempre nos acompaña con un equipo de 10 traductores-intérpretes. Como colofón a este éxito, desde 1996 se edita la revista Euroencuentros, en cinco idiomas, costeada con anuncios y de la que en la actualidad se imprimen 9.500 ejemplares, que constituyen un magnífico medio de comunicación entre nosotros y un valioso instrumento de relaciones públicas.

En el Euroencuentro celebrado en 1999, conjuntamente con el Congreso Internacional UNA SOCIEDAD PARA TODAS LAS EDADES, con el patrocinio de la UNESCO, se promulgó la denominada «Declaración de Alicante», que fue remitida oficialmente a la Comisión Española de la UNESCO para ser transmitida a la sede de la UNESCO en París. Esta «Declaración», que es un poco como nuestra

Biblia, estipula en efecto que los jubilados tienen los mismos derechos y obligaciones que los ciudadanos en activo, y por tanto deben estar integrados en la sociedad para asegurar el mejor desarrollo, facilitando la cohabitación participativa de todos los grupos sociales, de modo que puedan participar en todas las actividades existentes, que sea tenida en cuenta su especificidad; que los diferentes sectores profesionales refuercen sus relaciones con los jubilados; que sea puesta en marcha una estructura a la cual los jubilados puedan dirigirse para informarse de los FORMADORES de participar en los trabajos de la Fundación Cultural Europea Intergeneracional, de utilizar todos los medios disponibles en materia de comunicación, de información y de formación para hacer posible que emerja una «Nueva Cultura» y finalmente exigir participación como ciudadanos con derecho de voto en todos los organismos que traten sus asuntos.

El sucesor de Monsieur José Lidón Meseguer a partir de 2002, Monsieur José Roberto López Martínez, se siente «innovando en la continuidad». El presidente Lidón forma todavía parte del equipo dirigente. Se ha puesto en marcha un Comité Ejecutivo, cuya primera iniciativa ha sido reunirse en Bruselas para entrevistarse con los representantes de la plataforma «AGE», organismo intermedio entre la Comisión Europea y las asociaciones de jubilados, así como con los responsables de la Agrupación Europea de Cajas de Ahorros.

La Unión Europea va a agrandarse y completará en 2004, 25 miembros. Por esto mismo sería deseable que estos países que se acercan voluntariamente a la Unión Europea, tengan también su plaza en nuestra Agrupación. Es un objetivo y al mismo tiempo un desafío.

Cada país miembro de la Agrupación ha comenzado a hacer en su casa un trabajo de información, de prospección y de sensibilización ante numerosos organismos de jubilados. Posiblemente hasta hoy no se había tomado conciencia de la importancia de estar unidos.

La fórmula «UNIDOS PODEMOS, DISPERSOS SE NOS IGNORA» es de una candente actualidad. La armonización de los regímenes de jubilación en los países europeos se va a hacer, es una certeza. Pero seguramente no en el sentido que los jubilados desean. El equiparamiento está previsto por la base y no por arriba. Esto quiere decir que se producirá una rebaja importante de las pensiones. Italia está en vías de vivir esta funesta experiencia, la de un Estado dando fin a todo lo que había sido conseguido en el pasado, haciendo tabla rasa de todas las adquisiciones para imponer medidas que reducirán un 20% de media las pensiones de jubilación. Hemos de ser conscientes de que este proceso amenza con generalizarse. Nuestras posibilidades residen en nuestro número, en nuestra unión.

Cada año, los jubilados europeos se reencuentran para participar en los «Euroencuentros». Anteriormente citamos las localidades que hasta ahora han acogido, una después de otra, concentraciones que reúnen de 400 a más de 500 personas. Nuestros amigos españoles han adquirido una gran maestría en la organización de estas reuniones europeas. Reuniones, taller de trabajo, intercambios libres entre países y confrontaciones con otras comunidades de jubilados, sin olvidar el lado lúdico de estos encuentros, donde los participantes son invitados a conocer la región que les acoge.

Es verdad que la Agrupación Europea encuentra en las Cajas de Ahorros españolas una gran comprensión y que la osmosis de estas Cajas y los jubilados es perfecta. Nosotros no podemos más que desear que sea lo mismo en los otros países a fin de que estos «Euroencuentros» puedan desarrollarse en el futuro en países más nórdicos.

¡Nuestra fuerza es nuestro número, nuestra fuerza es nuestra unión! A nosotros nos toca sacar a flote este desafío, a fin de que todos los jubilados europeos puedan reunirse para defender el CONJUNTO de los VALORES que comparten, sean económicos, sociales o morales, teniendo siempre en su espíritu esta noción esencial y fundamental de SOLIDARIDAD.

Jean Variout
Redactor Jefe de INFOS RETRAITES (Francia)