Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

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El 20 de febrero de 2013, la Comisión Europea publicó la Comunicación “Hacia la inversión social para el crecimiento y la cohesión, incluida la ejecución del Fondo Social Europeo 2014-2020”, a través de la cual los Estados miembros fueron invitados a dar prioridad a las inversiones sociales y a modernizar sus sistemas de bienestar social. La Comunicación propone la estrategia para la adopción de las reformas estructurales en materia de política social y forma parte del Paquete de Inversión Social (SIP – Social Investment Package) que guía y exhorta a los Estados miembros de la Unión Europea:

- a una utilización más eficiente de los recursos presupuestarios con el fin de asegurar una protección social adecuada y sostenible;
- a investigar el fortalecimiento de las capacidades actuales y futuras de las personas y, por consiguiente, a mejorar su oportunidad en la participación, en la sociedad y en el mercado laboral;
- a desarrollar la prevención, reduciendo así las demandas de asistencia derivadas de las enfermedades.

Los beneficiarios de esta política son aquellos que buscan trabajo; las personas mayores, que tendrán más oportunidades de participar de forma activa en la economía y en la sociedad; las personas discapacitadas que, de este modo, podrán llevar una vida más autónoma y obtener puestos de trabajo que se adecúen a sus exigencias; las mujeres, que tendrán las mismas oportunidades y un mejor acceso al mercado laboral y, por lo tanto, una mejor protección social, sobre todo para su jubilación.

El envejecimiento activo tiene como finalidad ayudar a las personas a gestionar su vida y a prolongar la participación en la vida social y económica el mayor tiempo posible aportando una contribución válida.

El porcentaje de personas mayores está aumentando rápidamente a causa del bajo índice de natalidad y el aumento de la esperanza de vida.

La población italiana está envejeciendo cada vez más. La esperanza de vida se sitúa en los 84,5 años.

El envejecimiento de la población es un tema al que tendremos que enfrentarnos cada vez con más frecuencia en los próximos años y no sólo en Italia. Según las previsiones de las Naciones Unidas, en el 2050 las personas mayores de 60 años representarán casi dos mil millones de la población. Ya en la actualidad, una de cada cinco personas tiene más de 65 años. En Italia, según las estimaciones del Instituto nacional de estadística italiano (ISTAT), en los próximos 40 años las personas mayores de 64 años pasarán de ser un 19,5% a un 34,4%. Las de más de 74 años, del 9% al 21,3%. Las mujeres, más longevas que los hombres, presentan ya hoy y presentarán en el futuro dificultades sociales y económicas muy importantes. En este contexto de crisis económica, pero también de profundos cambios familiares y sociales, es necesario promover acciones destinadas a favorecer la solidaridad entre las generaciones y el llamado envejecimiento activo.

Las pensiones, la asistencia sanitarias y la asistencia a largo plazo someterán los sistemas nacionales de seguridad social a una dura prueba: la población activa ya no estará en condiciones de contribuir ni de hacer frente a las necesidades del creciente número de personas mayores.

En 2012, de acuerdo con las directivas europeas, Italia dio instrucciones para la revalorización de las personas mayores en la sociedad y en la economía, empezando por la revalorización de las capacidades y competencias de cada uno con el objetivo de favorecer sus condiciones de participación en la vida social. Hay que tener muy presente que la tercera edad es una etapa de la vida compuesta por diferentes momentos que no pueden verse reducidos a los momentos de indigencia y enfermedad exclusivamente.

Las personas mayores son una importante y verdadera fuente de “energía renovable”. Pueden colaborar dentro de la comunidad como apoyo para las personas más frágiles como, por ejemplo, los niños o las mismas personas mayores en situaciones más extremas; pueden aportar una contribución importante en el aprovechamiento de los bienes comunes, desde la cultura hasta el medio ambiente. Pueden participar de forma útil en los museos, bibliotecas o parques y en las actividades que requieran de la memoria y las tradiciones, transmitir su saber y sus conocimientos a los jóvenes.

En Italia, a lo largo de 2012, se promovieron muchas iniciativas por parte de las instituciones y del mundo del voluntariado y social a nivel nacional y local que consiguieron sensibilizar a los ciudadanos acerca de esto. Los resultados de 2012, año dedicado a la tercera edad a nivel europeo, fueron recogidos en la “Carta nacional para un envejecimiento activo, vital y digno en una sociedad solidaria”, fruto del trabajo del Comité científico-técnico del Observatorio Nacional italiano sobre la familia.

Las administraciones interesadas fueron el Ministerio de Trabajo y Política Social y el Ministerio de Salud, los representantes de las regiones y de los municipios, las asociaciones y el mundo académico.

Fueron premiados algunos proyectos destinados a asegurar el bienestar, la inserción social, la utilidad para el individuo y la colectividad. Acciones y programas destinados a favorecer el apoyo de las responsabilidades familiares, el desarrollo de los vínculos sociales intergeneracionales, la recuperación de las tradiciones culturales ligadas a la experiencia y a los recuerdos, la recuperación de las áreas urbanas no utilizadas o infrautilizadas para facilitar la agrupación de la comunidad. Para estos, el Departamento para la familia y el Observatorio nacional, del que depende, han desarrollado convenios para que se puedan aplicar las directrices contenidas en la “Carta nacional para un envejecimiento activo, vital y digno en una sociedad solidaria”.

La Unión Europea dedicó el año 2012 a promover el envejecimiento activo como base para la solidaridad intergeneracional y las directrices fueron elaboradas por el Comité de Protección Social (Social Protection Committee) para la búsqueda de medidas sostenibles adecuadas para la asistencia a largo plazo invirtiendo en la prevención, la rehabilitación y diversos sistemas de prestación de asistencia sanitaria que se adapten a las personas y a las capacidades de las que disponen.

La Comisión Europea, en colaboración con los Estados miembros, ha trabajado sobre la metodología para definir la eficiencia y la efectividad de las políticas sociales y también ha comenzado a trabajar sobre los presupuestos de referencia (reference budgets) que ayudan a los Estados miembros a definir un apoyo a la renta mínima eficaz y adecuada.

Desde 2014 en adelante, el Programa Europeo de Empleo e Innovación Social (Programme for Employment and Social Innovation - EaSI) reúne los tres programas europeos gestionados por separado entre 2007 y 2013:

-    PROGRESS: modernización del empleo y de las políticas sociales (61% del presupuesto).
-    EURES: movilidad laboral (18% del presupuesto).
-    PROGRESS MICROFINANCE: microempresas y empresas sociales (21% del presupuesto).

Los recursos disponibles para el período 2014-2020 son 919.469.000 €.

Los objetivos incluyen:

-    El desarrollo de los sistemas de protección social y el aumento de las posibilidades de los emprendedores de acceder a las financiaciones.
-    La promoción de empleos sostenibles y de calidad.
-    Garantizar una protección social adecuada. 
-    Combatir la exclusión y la pobreza.
-    Mejorar las condiciones laborales.
-    Una mayor productividad y empleo que favorezca el crecimiento.
-    Mejores condiciones de salud que disminuyan los gastos de la protección social en el presupuesto nacional.

El nuevo periodo de programación del “Fondo Social Europeo” dispone que un mínimo del 20% sea utilizado para la inserción social en cada Estado miembro y esto servirá para respaldar la inversión social conforme a las prioridades establecidas en las Recomendaciones específicas por país (Country Specific Recommendations).

El Fondo de Ayuda Europea para los Más Necesitados (FEAD – Found for the European Aid to the Most Deprived) proporcionará asistencia material en forma de alimentos, bienes de consumo básico o medidas de inserción social a las personas más desfavorecidas y a los niños.

Egidio Ramondetti