Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

PUBLICACIONES

Índice de Documentos > Ponencias y comunicaciones > Lisboa 2012



Debido a las numerosas medidas de ahorro en el presupuesto alemán, son sobre todo los consumidores los que se preguntan, ¿qué ciudadanos son los más afectados por los recortes?

La respuesta para muchos expertos es relativamente sencilla.

Tras los primeros cálculos se puede determinar que son sobre todo los pensionistas los que están afectados económicamente por los recortes.

Esto se debe en primer lugar a este hecho:

Claro está que tanto gastos sociales como los impuestos seguirán aumentando en los próximos años.

A diferencia de estos gastos, no habrán mejoras evidentes en las prestaciones económicas por jubilación.

Es más, las prestaciones mensuales para las personas jubiladas más bien bajarán. Una vez más los expertos sociales y en pensiones advierten en relación a esto que los planes de pensiones privados son contratados más que nunca, ya que así los ciudadanos no tienen que recurrir a las ayudas estatales (mínimo de existencia) al finalizar la vida laboral. La creciente inflación también contribuye a que los pensionistas alemanes tengan cada mes menos dinero a su disposicón. La novedad es que se preveen cargas adicionales en los sectores de la enseñanza y  del hogar. Esto, según un estudio realizado por el insituto alemán Kölner Deutschen Instituts für Altersvorsorge , se debe a que los pensionistas han dejado notar en las últimas décadas un notable aumento de la demanda en dichos sectores.

Las inversiones de alquiler alcanzaron así en los últimos 32 años casi 31 puntos porcentuales. Los pensionistas gastan hoy en día más dinero, alrededor del 6%, para tiempo libre y entretenimiento. Además, no olvidemos los servicios médicos y los servicios de cuidados que son demandados necesariamente por las personas mayores.

Según el estudio realizado, estas modas continuarán en los próximos años.

La OCDE prevee que el sistema de pensiones alemán llevará a una gran pobreza entre los ancianos. Los más afectados son sobre todo los empleados de baja remuneración y personas que no han pagado de forma continua aportaciones dinerarias para la jubilación.

En gran parte son las mujeres las afectadas. Para tres de cada cuatro mujeres en Alemania la pobreza entre ancianos en inminente. Las mujeres contribuyen muchas veces con una cantidad dineraria menor en la Caja de Pensiones alemana y tienen menos medios para contratar un plan de pensión privado adicional. Las mujeres, a pesar de tener las mismas cualificaciones que los hombres, ganan por termino medio casi ¼ menos que estos.

Es más, la baja por maternidad y los trabajos a tiempo parcial ocasionan a menudo pérdidas salariales.  No obastante, las mujeres deberían tomar más precauciones que los hombres, ya que estas tienen una esperanza de vida superior.

El sistema alemán prevee que las personas, cuyas pensiones son demasiadas bajas, reciban una cantidad mínima de dinero. Estamos hablando de 700-800€, dinero tanto para el sustento como para el alquiler.

Por ello, cada vez son más los pensionistas alemanes que dependen de un trabajillo de 400€ para salir adelante económicamente. No obstante, la crisis del mercado laboral también afecta a las personas mayores y los trabajillos para los jubilados son cada vez menos.

Los salarios reales en Alemania han crecido muy poco y no son muchos más altos que la tasa de inflación. Algunos hogares tienen como consecuencia mayores problemas económicos debido a los encarecidos costes de la vida. Esta evolución en los asalariados es en comparación a los problemas de los pensionistas alemanes relativamente escasa. El poder adquisitivo de los pensionistas ha descendido incluso un 1,8% el año pasado en comparación al año anterior. Por supuesto, tras la deducción de la tasa de inflación.

Motivo del decreciente poder adquisitivo es el simple hecho de que los pensionistas alemanes han obtenido tan solo un plus del 0,99% a principios de 2011 del Seguro de Pensiones alemán. Este creciemiento no es suficiente para compensar la tasa de inflación del 2,3%. Los expertos especulan incluso que las crecientes cargas económicas para los pensionistas son en realidad aun más graves.

Los costes de consumo energético así como las subidas de los precios de los alimentos son precisamente un problema para la gente mayor.

El proceso de envejecimiento y decrecimiento de la sociedad es ya bastante lento, por lo que las personas pueden seguir este ritmo, al igual que las personas mayores.  

Por eso, el reto político consiste en tomar decisiones que excedan del periodo de legislatura.

Con la jubilación a partir de los 67 años se ha hecho el primero paso. Ahora hay que dar la oportunidad a los afectados para que realmente puedan trabajar durante un periodo de tiempo más prolongado.

La gente jóven también sentirá la crisis a igual que la gente mayor.

Se espera un aumento de la tensión entre las generaciones. Por este motivo, es importante una vez más fomentar la solidaridad intergerenacional en nuestro pensamiento social materialista y egoista.

La iniciativa propia de todos los ciudadanos es en este caso lo primero.

Por lo tanto, la capacidad de futuro de nuestra sociedad solo se alcanzará por es el sentido común vivido.

Ruth Rebert