Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

PUBLICACIONES

Índice de Documentos > Ponencias y comunicaciones > Olbia 2011



ESTUDIO SOBRE EL SISTEMA PÚBLICO DE PENSIONES EN ESPAÑA

 

 

 

Teniendo en cuenta el tipo de pensiones existentes, es decir, pensiones contributivas y no contributivas, vamos a referirnos a las primeras que son la que la Seguridad Social paga a sus beneficiarios y sus familias y por lo tanto las que nos afectan, entendiendo por beneficiarios, aquellos que cumplen una serie de condiciones, como es la de ser trabajador por cuenta ajena o propia, pero que cumple las normas de aplicación establecida, en cuanto a tener cumplidos sesenta y cinco años de edad, el haber cotizado al menos treinta y ocho años y medio, de los que dos de ellos deben estar comprendidos dentro de los ocho últimos años y desde luego, estar al corriente de pago de las cuotas correspondientes.

 

El importe a percibir por cada trabajador, depende de sus circunstancias personales, especiales y especificas en cuanto a la edad y años cotizados a la Seguridad Social.

 

El pago de las pensiones está actualmente supeditado a  una serie de factores tan importantes como es el significativo aumento de la esperanza de vida y las bajas tasas de natalidad. Esto implica una difícil sostenibilidad en el mantenimiento actual del Sistema Público de Pensiones.

 

Según estimaciones del INE, la población mayor de sesenta y cinco años pasará del 16% en 2008 al 32% en el 2.050.

 

Como consecuencia de estos factores, el número de pensiones por jubilación será más amplio y se abonarán durante un periodo de tiempo más largo.

 

Para corregir estos desajustes el gobierno ya ha tomado una serie de medidas, como es la previsión social adicional.

 

Dado que el sistema actual está sostenido por la aportación dineraria de los trabajadores en activo y que ha sido perfectamente valido hasta los momentos actuales, que se han canalizado al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, es de prever que en el futuro no sería esta forma de actuación, debido a los factores anteriormente expuestos, relativos a la mayor esperanza de vida, índices de natalidad menores y la incorporación al mundo laboral en edad más tardía, dado que el ratio en España era de cuatro trabajadores cotizando por cada pensionista y en la actualidad la proporción es de 2,6 trabajadores cotizando por cada pensionista, con lo cual el “sistema de reparto”  bajo esta perspectiva, no es sostenible porque además ese porcentaje se acerca cada vez mas  a 1,2 %  de trabajadores cotizando por cada pensionista.

 

Según la OCDE en los próximos 40 años, el costo de las pensiones pasará a ser del 8,9 % del PIB en 2.010 al 15,5 % en 2.050, con lo que el Sistema Público de Pensiones podría ser deficitario a partir del 2.025, por lo que la solución a éste problema, seria la de aumentar los ingresos por la vía de subir el importe de las cotizaciones o reducir los gastos disminuyendo las prestaciones o reduciéndole tiempo de pago de las pensiones, aspecto poco viable en principio.

 

Indudablemente, habría que hacer como ya  lo han probado en Alemania, Suecia y Reino Unido, creando una Comisión Independiente de expertos que hicieran de una forma real, un análisis exhaustivo sobre los conceptos de ingresos y gastos, dando un informe al Parlamento Español para su estudio y ver al posibilidad de poder mantener en el medio y largo plazo el Sistema Publico de Pensiones.

 

En vista de lo anteriormente expuesto y para poder garantizar el pago de Sistema Público de Pensiones el gobierno ha tomado las oportunas  medidas como lo hecho ya en Suecia e Italia.

 

Un mecanismo de ajuste teniendo en cuenta el número de cotizantes y la expectativa de vida. La compensación entre los importes aportados por el trabajador y su edad de jubilación.

 

Una tabla relativa a una cuenta virtual con las cotizaciones realizadas y la rentabilidad que haya podido producir dicha cuenta.

 

Aportaciones adicionales que podrían ser gestionadas por entidades privadas o reducir el déficit previsto en el futuro, alargando el periodo de jubilación de los 65 a 67 años, ya que pagarían menos años y se cotizaría por un espacio de tiempo superior.   

 

Existen estudios realizados por diferentes organismos, en los que se señalan que la edad de jubilación seria deseable a los 70 años, ya que por lo anteriormente indicado, se pagarían pensiones durante menos años y se cotizaría por un periodo mayor de tiempo.

 

Las pensiones contributivas se nutren mediante las cotizaciones que realizan las empresas y los trabajadores, por lo tanto los gastos del Sistema Público de Pensiones se generan por el pago de las prestaciones de jubilación.

 

Conforme a la normativa actual, la cuantía de la pensión de jubilación esta directamente relacionada con el numero de años de cotización y de los salarios percibidos  en los 25 últimos años, anteriores al momento de la jubilación, existiendo pensiones máximas y mínimas y que según los Pactos de Toledo, se revalorizaran según el IPC publicado por el INE y que están fijadas anualmente en la Ley de presupuestos Generales del Estado.

 

Para poder tener derecho al 100% de la prestación debe haberse cotizado al Régimen de la Seguridad Social al menos 38,5 años.           

 

Como datos complementarios podemos señalar que en 1980 el 54% de la población tenía 60 años o más, mientras que en 2005 se ha pasado al  21,5 con un incremento de 6 puntos porcentuales.

 

Con objeto de poder mantener el actual Sistema de Pensiones y siguiendo las recomendaciones de los Pactos de Toledo de 2003 el gobierno ha realizado una serie de proyecciones de ingresos y gastos para dar viabilidad a dicho sistema. El objetivo es permitir situar a futuro, por un lado el comportamiento real del gasto en pensiones en relación con su peso sobre el PIB y el punto de equilibrio futuro entre los capítulos de ingresos y gastos, que permita sostener un margen de maniobra para poder realizar la correspondiente reforma y consolidar sus efectos.

 

Dicho lo cual, es necesario hacer frente a una reforma significativa del Sistema Publico de Pensiones, que garantice la viabilidad a largo plazo que todos queremos conservar y que en los actuales términos no se puede sostener.

 

Podrían adoptarse algunas medidas (algunas ya aprobadas) para paliar estos desajustes que podrían ser los siguientes:

 

-                     Incrementar el periodo de cotización para llegar a conseguir el 100% de la pensión

-                     Aumento del numero de años cotizados para el calculo de la pensión

-                     Incremento de la edad de jubilación

-                     Revalorización de las pensiones en función de la evolución de la inflación y del PIB.

-                     Calculo de la pensión en función de la esperanza de vida y de los recursos del sistema.

-                     Previsión social complementaria, mediante coberturas en sistemas privados en Mutualidades, Seguros Colectivos, Seguros individuales, Planes de Pensiones y Planes de Previsión asegurados.

 

 

 

                                                           Madrid, 6 de Febrero de 2011