Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

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Índice de Documentos > Boletín Euroencuentros > Número 7



Señoras y señores, estimados colegas, buenas tardes. Después de una vida laboral activa de 43 años, trabajando siempre en la Caja de Ahorros del Mediterráneo, la CAM, cuando me ofrecieron la prejubilación y la acepté, nunca pude imaginar que una llamada de mi amigo José Lidón, nuestro Presidente durante los últimos cuatro años, podía terminar en lo que hoy

aquí está ocurriendo: que me esté dirigiendo a Vds. como el nuevo Presidente de nuestra Agrupación.

 

A los cuatro días de empezar mi nueva vida de prejubilado, recibí una llamada de José Lidón, mantuvimos una larga conversación en la que me explicó el trabajo que estaba desarrollando como Presidente de la Agrupación Europea de Jubilados de Cajas de Ahorros, Bancos e Instituciones Afines, los fines de la misma, sus proyectos y sus inquietudes, y todo ello con una ilusión, con una pasión, contagiosa.

 

La verdad es que lo vi bastante agobiado de trabajo y responsabilidad, me pidió colaboración y no dudé en prestársela. Recuerdo que empecé a colaborar los martes y viernes, y terminamos trabajando juntos de lunes a viernes. Ese año mi mujer se enfadó conmigo porque prácticamente no tomé vacaciones de verano, pues en esos momentos estábamos preparando la edición de la Revista Euroencuentros.

 

He de confesar que al principio pensaba en ayudar al Presidente para salvar el atasco de trabajo que tenía, pero, siempre existe algún pero, conforme iba conociendo más las interioridades de la Agrupación, a los miembros del Consejo de Administración y de la Asamblea, empecé a ilusionarme con todo lo que representaba todo aquello y con todo lo que podríamos conseguir todos juntos.

 

Permítanme que haga unas pequeñas reflexiones sobre los motivos que me han impulsado a asumir el reto de la presidencia para los próximos tres años.

 

Teóricamente durante la vida laboral activa, y repito: teóricamente, los sindicatos defienden nuestros intereses, pero cuando pasamos la barrera y ya nos consideran laboralmente pasivos no existe nadie que defienda realmente los derechos de las personas mayores.

 

 

 

Hablo desde mi experiencia en España. Nunca he podido entender que un día seas un directivo de un importante departamento de tu Caja, cumpliendo objetivos y recibiendo felicitaciones, y que al día siguiente, aparentemente,

se ignore tu esfuerzo, tu aportación a un entorno que en parte has contribuido a crear.

 

Creo que la experiencia que hemos acumulado a lo largo de nuestra vida, podemos y debemos ahora aplicarla y ponerla al servicio de todos nosotros. Cuando he participado en proyectos a nivel nacional conjuntamente con otras Cajas de Ahorros, siempre he considerado que el producto final que se obtuviera sería superior al que lograra cada uno de los participantes

actuando solos.

 

Siempre he tenido muy claro que la unión hace la fuerza, que los éxitos se consiguen siempre trabajando en equipo y todos nosotros podemos constituir el mejor equipo para defender nuestros intereses y hacer valer nuestros derechos ante los organismos que legislan, yo diría entre comillas “algunas veces” en menoscabo nuestro.

 

 

El paso que dimos el pasado año al incorporarnos a la Plataforma AGE como miembros de pleno derecho, en mi opinión fue importante, porque ya no sólo somos jubilados de Cajas de Ahorros, Bancos e Instituciones Afines; en esta plataforma caben todos los sectores de actividades y así formamos parte de un gran colectivo y conseguiremos que nuestras voces sean oídas en todos los estamentos tanto nacionales como europeos que puedan legislar sobre nosotros.

 

El paso que dimos el pasado año al incorporarnos a la Plataforma AGE como miembros de pleno derecho, en mi opinión fue importante, porque ya no sólo somos jubilados de Cajas de Ahorros, Bancos e Instituciones Afines; en esta plataforma caben todos los sectores de actividades y así formamos parte de un gran colectivo y conseguiremos que nuestras voces sean oídas en todos los estamentos tanto nacionales como europeos que puedan legislar sobre nosotros.

 

Hace unos días ha finalizado en España la Segunda Asamblea Mundial de Naciones Unidas sobre el Envejecimiento, y en ella se aprobó un Plan de Acción Internacional y una Declaración Política que, como asuntos principales, contiene propuestas relativas a favorecer las políticas de jubilación flexible y voluntaria, la atención a los problemas de envejecimiento manifestado en los países en vías de desarrollo, los programas de integración social, cultural y política de los mayores y la solidaridad interregional para afrontar el panorama futuro. Se dice que en el año 2050 habrá en el mundo más de 2.000 millones de personas mayores frente a los 600 actuales.

 

 

                     

 

 

 

Me voy a parar un momento sobre el punto de integración social, cultural y política de los mayores, para destacar que en esa misma asamblea mundial no se ha atendido la petición del Foro Mundial de las ONG sobre el envejecimiento para la creación de una Agencia especial de Naciones Unidas dedicada a nosotros, a los mayores. Una de las copresidentas del referido Foro afirmó que el documento de la Asamblea Mundial le parecía “pura literatura, sin medidas concretas”. Pasa con mucha frecuencia que cuando hay elecciones próximas siempre existen ofrecimientos de ventajas y mejoras para las personas mayores, pero la realidad demuestra que una vez acabada la campaña gran parte de lo ofrecido se queda durmiendo en el cajón del olvido.

 

Por todo lo expuesto anteriormente, es por lo que me he atrevido a asumir la Presidencia de la Agrupación, sin miedo pero con mucho respeto. Un importante político español utilizaba con frecuencia esta frase: “puedo prometer y prometo”. Yo esta tarde quiero utilizarla también y os digo: puedo prometer y prometo que asumo la Presidencia con humildad, con respeto, con ilusión y con muchas ganas de trabajar.

 

Los mayores somos un importante sector de la población a los que aún se nos mira a veces más con piedad que como ciudadanos con todos los derechos. Nuestros derechos y nuestros votos no están jubilados, me atrevo a afirmar que queremos ser protagonistas de nuestro presente y también de nuestro futuro, y tener plena participación en la vida social y  política. Todo esto debe cambiar, y sólo cambiará si todos unidos exigimos nuestros derechos de ciudadanos. Entiendo que nuestros votos no se pueden comprar porque no están en venta, y nuestros votos, estando todos unidos, pueden tener un gran peso y hacer pensar a nuestros dirigentes que habrá que contar con nosotros y escucharnos.

 

 

 

Los mayores podemos tener arrugas en la cara, pero mientras no tengamos las arrugas en el alma, seremos siempre personas que podemos y debemos contribuir al bienestar de la sociedad y también de nosotros mismos. Soy consciente de que el camino es largo, pero tenemos disponible todo nuestro tiempo y con toda nuestra experiencia podremos conseguir y conseguiremos las metas que nos propongamos.

 

Buenas tardes y gracias por su atención.

 

José Roberto López Martínez

Presidente de la Agrupación Europea de Jubilados de Cajas

de Ahorros, Bancos e Instituciones Afines