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Índice de Documentos > Boletín Euroencuentros > Número 16



El nurague de La Prisgiona se sitúa en la localidad de Capichera en el municipio de Arzachena. La parte central está cubierta por un tholos, es decir, falsos dólmenes de más de 6 metros de altura.

Un gigantesco arqui-trabe de 3,20 metros señala la entrada a la torre central con las dos torres laterales integradas en un bastión que a su vez rodea los muros de la ciudad. La técnica de construcción del nurague dispone de suelos duros formados por gruesos bloques de piedra que se superponen en seco en forma circular y que, sin utilizar ningún material, se sostienen sólo por el peso de las piedras. Otras partes construidas sobre otras plantas están unidas por escaleras o por otros nuragues siempre construidos en el interior de las murallas. Se utilizaron como depósitos de armas y materiales y hasta incluso como viviendas. Las murallas son siempre vigorosas y pueden llegar a tener un espesor de 4 ó 5 metros, con un diámetro exterior de 30 a 50 metros de base y que va disminuyendo progresivamente a medida que aumenta la altura formando así un cono truncado.

Los nuragues en Cerdeña rondan los 7.000 y fueron construidos entre el 1800 y el 238 a.c. Se construyeron en llanuras, sobre las cimas de las colinas, en la desembocadura de un valle o en las proximidades de los muelles de las costas. Los construidos sobre las cumbres de las colinas tienen una única torre y se utilizaron como torres de avistamiento para tener contacto visual entre ellos. Las complejas, aquellas que tienen más torres rodeando a una central con patio, tenían otras funciones.
Cerca de mil nuragues situados a lo largo de la costa fueron utilizados como torres de avistamiento. En un primer momento, no sólo se utilizaron como torres de defensa y control de los puertos sino también como lugares de acogida para los mercaderes y para garantizar el intercambio de mercancías entre las diversas poblaciones. Entre las múltiples hipótesis, la más creíble es la que considera que el nurague se construyó como fuerte para defenderse de los hombres y de los animales. Después, se tuvo en cuenta también la hipótesis del lingüista sardo Massimo Pittau que sostenía que los nuragues tenían una función votiva y religiosa.

El nurague Su Nuraxi ,el más importante, fue declarado Patrimonio de Humanidad por la UNESCO, en 1997. Uno de los motivos que el comité alegó fue que las construcciones nuragicas “responden excepcionalmente a las condiciones políticas y sociales haciendo un uso creativo e innovador de los materiales y de las técnicas que en ese momento utilizaron las comunidades prehistóricas de la Isla”.
El Su Nuraxi es el complejo nurágico más amplio situado en Barumini, localidad que se encuentra a 50 km de Cagliari, fue construido en torno al 1100-1050 a.c. Su torre central tiene 18 metros de altura y se comunica con el bastión que tiene 4 torres externas dispuestas en cada uno de los ángulos. En el interior hay un patio con un pozo. El complejo está rodeado por un muro defensivo con 7 torres más pequeñas que las otras. Fuera de estas murallas, existe un pueblo que tiene cerca de 50 cabañas circulares, las cuales fueron construidas con masa y se cubrían con techos de madera.

Considerando los pocos medios que en aquella época se disponían y en la dificultad a la hora de colocar las piedras en su justa posición (¿con planos inclinados?), uno queda fascinado al observar estas construcciones que han perdurado durante milenios.

Las Tumbas de los Gigantes representan otra característica de la cultura nuragica. Servían de tumbas colectivas. La tumba de Coddu Vecchiu es uno de los monumentos más representativos de Cerdeña. Data del 2500 a.c. y se caracteriza por tener un túnel largo de 10,50 m y se construyó con losas de piedra de grandes dimensiones. En la parte cen
tral, en el medio,  se  puede  ver una estrella vertical (4,40m de altura y 1,90m de largo) cuya piedra fue cuidadosamente trabajada. Las Tumbas de los Gigantes se encuentran por toda Cerdeña y son unas 300.