Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

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Índice de Documentos > Boletín Euroencuentros > Número 12



REFLEXIONES SOBRE LA DISCRIMINACIÓN SANITARIA DE LOS MAYORES

 

 

EN mi opinión, la salud es el tema que más nos preocupa a nosotros, las personas mayores, incluso por encima de la situación económica, y, sin embargo, son muchas las discriminaciones que nuestro colectivo sufre en materia sanitaria. Es cuestión de ética considerar que un determinado tratamiento medico-sanitario tiene menos importancia terapéutica aplica­do en las personas mayores que en los jóvenes.

Envejecer es un destino personal inevitable. Todos debemos recorrer ese camino si no ocurre ningún accidente que lo trunque prematuramen­te; inexorablemente todos nos haremos mayores, hasta llegar a la vejez y al final de la vida. Pero en este mundo globalizado en que vivimos hemos de aprender a envejecer afrontando una situación en la que se tiende a ensalzar, alabar, enaltecer a la juventud y despreciar, negar, incluso humillar a la vejez. Al evaluar a las personas habría que atender más a la edad biológica que a la edad cronológica, respetar cualidades, no sólo físicas (que pueden estar más o menos disminuidas) sino también otras, fruto de la experiencia, que pueden ser excepcionales y muy superiores a las de personas de menos edad. La edad, en si misma, no es una enermedad; esto lo debería asumir la sociedad. Nosotros, los mayores, no podemos aceptar que la sociedad no lo entien­da así, no podemos aceptar, y no aceptamos,que se nos considere personas improucti­vas en las que la utilización de determina­dos recursos sanitarios no tiene un retor­no social.

Verdad es que el envejecimiento es un factor de riesgo importante en todo tipo de dolencias, pero no se puede aceptar que la enfermedad sea con­sustancial con la vejez, o que noso­tros, los mayores, ya hemos cumplido nuestra misión en la vida, que esta­mos prácticamente amortizados cuan­do hemos dado a la sociedad lo mejor de nosotros durante nuestra larga vida laboral, y ahora tenemos todo el dere­cho a tener una vida socio-política nor­mal, a representar y ser representados, y, desde luego, a tener una atención medico­sanitaria que se corresponda, que sea cohe­rente con nuestra edad. No se puede concebir ni siquiera la idea de que exista en este mundo actual una gerontofobia sanitaria.

 

Por lo expuesto, los mayores aspiramos, en lógica y en justicia, a:

  •  · Que los sistemas sanitarios se adapten constante­mente a las necesidades cambiantes de una po­blación en cambio permanente; la población ma­yor ha experimentado un gran crecimiento demo­gráfico, felizmente para todos, y ese crecimiento no para.
  •  · Que se potencie la formación en Geriatría a los médicos de atención primaria. Los centros de atención primaria deben tener facultativos con laformación geriátrica suficiente para diagnosticar y tratar las enfermedades de los mayores.

  · Que todos los centros de atención médica espe­cializada tengan especialistas geriátricos en pro­porción adecuada al número de personas mayo­res que el centro tenga asignada.

  • Que todos los hospitales tengan servicios de geriatría y camas suficientes para atender a las personas mayores asignadas al centro.

  • Que en los ensayos clínicos de nuevos fármacos, se incluya a las personas mayores, ya que la no inclusión genera la falta de conocimientos basa­dos en la evidencia, en la experiencia, para la aplicación de los nuevos fármacos a los mayo­res.

 

  • Que se defina y se desarrolle un plan de cuidados paliativos que se apliquen a las enfermedades incurables, para mitigar el dolor y atenuar en lo posible los efectos alienantes en los pacientes. 

  • Que los programas de prevención y promoción de la salud se apliquen también a las personas mayores.

  • Que a las personas mayores se les reconozca el derecho a ser donantes y receptores de órganos para transpantes.

Finalizo estas reflexiones reite­rando que cuantos más seamos en la denuncia y más unidos estemos, más caso se hará a nuestras reivin­dicaciones.

José Roberto López
Vicepresidente Ejecutivo
Agrupación Europea