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Índice de Documentos > Boletín Euroencuentros > Número 12



EL DESARROLLO SOSTENIBLE, LOS BANCOS Y NOSOTROS

 

 

ESTAMOS asistiendo a una toma de conciencia de políticos, ciertos economistas y eminen­tes científicos, sobre la necesidad de proceder a la elección de orientaciones mejor adapta­das a nuestras sociedades fuertemente industrializadas. El DESARROLLO SOSTENIBLE es una de las respuestas a las incoherencias de un mundo caótico. Los medios de comunicación han intentado, y siguen intentando, dar a conocer este concepto, recordando, por ejemplo, la importancia de los acuerdos de Kyoto sobre la contaminación.

 

¿Cómo definir de manera sencilla el DESARROLLO SOSTENIBLE? La Comisión de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desa­rrollo han formalizado su concepto destacando los vínculos que unen la Economía, el Medio Ambiente y la Sociedad: «el desarrollo sostenible es un desarrollo que satisface nuestras necesidades sin comprometer, para las generaciones futuras, la satisfacción de las mismas».

El Desarrollo Sostenible figura en las agendas de los políticos y forma parte constituyente de los programas de acción de los organismos internacionales. En Francia, existe un Ministerio de Estado de Medio Ambiente y de Desarrollo Sos­tenible. En este concierto de buenas intenciones urge no bajar la guardia para no oscurecer los vastos campos de aplicación de este con­cepto que, más allá de una cuestión de moda, está llamado a tener un gran impacto en la economía y la política.

Para el gran público, el Desarrollo Soste­nible debe permitir salvaguardar el medio ambiente, salvar el planeta. Esta concepción resulta restrictiva y caricaturesca, ya que elude una parte importante del interés que representa un concepto, que no se limita a la protección me­dioambiental. Se impone una clarificación, dado que todavía existe en la prensa una confusión entre los diferentes campos que el concepto abarca: por un lado, las obligaciones éticas, más centradas en el do­minio social, y, por otro lado, las limitaciones voluntarias y ecológicas más respetuosas con el medio ambiente y con nuestro patrimonio planetario.

El Desarrollo Sostenible se apoya en un principio claro: admi­tir la necesidad del progreso necesario para la supervivencia de la humanidad y, al mismo tiempo, no rechazar el mundo moderno de hoy en día, aceptar las evoluciones tecnológicas, científicas, médicas, etc., pero combatiendo siempre un mundo económico excesivo y cínico orientado hacia la búsqueda casi prioritaria de beneficios.

Si bien es cierto que el Desarrollo Sostenible debe integrar siempre una armonía inteli­gente entre el presente y el futuro, su interpretación cultural es diferente de un país a otro: el carácter social es más marcado en los países latinos; el concepto medioambiental en los paí­ses escandinavos, y los criterios éticos en los países anglosajones.

¿Tiene futuro el Desarrollo Sostenible?

El Desarrollo Sostenible es todavía un concepto joven que se ha encontrado durante mucho tiempo con dos escollos mayores: la preocupación de construir un desarrollo equili­brado que tena en cuenta las necesidades económicas, y dar respuesta a las necesidades de la sociedad y de los individuos.

La aparición de sucesos importantes para el futuro como los riesgos ecológicos, la glo­balización o la influencia de las ONGs Green Peace o Médicos sin Fronteras, ha otorgado credibilidad al concepto. Condenado durante mucho tiempo a ser propiedad exclusiva de militantes o de ciertos partidos políticos ecologistas, el Desarrollo Sostenible se abrirá paso por efecto de la aceleración de la globalización. En palabras del sociólogo y economista fran

cés Genevieve FERONE, «¿quién podrá el día de mañana concebir un producto, invertir en los flujos financieros, construir un hospital, una presa o un in­mueble sin integrar la evaluación del Desarrollo Soste­nible en su triple dimensión económica, social y me­dioambiental?».

Para completar nuestro enfoque deberíamos hablar del concepto de Desarrollo Sostenible y social­mente responsable, para lo cual vamos a evocar los objetivos de Naciones Unidas.

En efecto, la ONU se ha centrado en tres grandes ejes en materia de Desarrollo Sostenible: Los Derechos Humanos, el Derecho del Trabajo, y el Medio Ambien­te, así como nueve principios de los que mencionare­mos los siguientes:

  • Estar atentos a no convertirnos en cómplices de violaciones de los derechos humanos.
  • Supresión de toda forma de trabajo forzado u obligatorio.
  • Abolición del trabajo infantil.
  • Supresión de toda discriminación en la contra­tación.
  • Adoptar una actitud precavida ante los retos medioambientales.
  • Promover iniciativas para una mayor responsa­bilidad medioambiental.
  • Fomentar el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

Si bien un compromiso tal es asunto del Estado y de las corporaciones regionales y locales no puede haber Desarrollo Sostenible sin que se dé la moviliza­ción de las empresas. La empresa limpia o contaminan­te, respetuosa o no con las obligaciones sociales, supon­drá por su comportamiento un actor decisivo de la con­tinuidad de tal compromiso. Por ello es que no cabe menospreciar las dificultades a las que las empresas tie­nen que hacer frente: es difícil arbitrar entre los objeti­vos presentes y las repercusiones futuras. Cuanto más centrado se está en el corto plazo en lo que se refiere a las nociones de ganancia, pérdida y rentabilidad inme­diatamás se aborda el largo plazo de forma aleatoria, debido a la prolongada falta de instrumentos de eva­luación y previsión fiables, o a la apatía que se ha sufri­do en la investigación en este campo.

El Desarrollo Sostenible y la banca

Para los jubilados de bancos y Cajas de Ahorros se plantea una incógnita: ¿Forman los bancos y las cajas de ahorros parte activa del Desarrollo Sostenible?

Los bancos han considerado durante mucho tiem­po que no se veían afectados por el Desarrollo Soste­nible, pero las mentalidades y los ánimos han evolu­cionado en el transcurso de los últimos años y el sector bancario y financiero ha tomado conciencia de su in­fluencia en el desarrollo económico, social y medio­ambiental.

Ahora, los bancos se integran en el Desarrollo Sostenible en su globalidad:

  • Interviniendo directamente o por intermediación de organismos internacionales, europeos o mundiales en materia de defensa medioambien­tal del planeta.

  • Elaborando métodos de gestión empresarial de los recursos humanos y de los participes que movilicen a las personas en una lucha contra todas las desigualdades y las exclusiones.

  • Creando productos y servicios bancarios que respondan a los objetivos de lucha contra las exclusiones, o proponiendo «fondos éticos» com­puestos de acciones u obligaciones financieras de empresas que respeten la ética del Desarro­llo Sostenible en materia de protección de la naturaleza y de respeto de los Derechos Huma­nos y del Trabajo.

El Desarrollo Sostenible y el Grupo Caisse d’Epargne en Francia (GCE)

El GCE, Groupe Caisse d’Epargne (Grupo de Ca­jas de Ahorros), se ha comprometido en Francia con un comportamiento de DESARROLLO SOSTENIBLE, más allá de su dimensión financiera, tratándose como se trata de un Grupo «socialmente responsable», uni­do en sus misiones de interés general. Cada empresa del Grupo es incitada a integrar el Desarrollo Sosteni­ble en su propio dominio, tanto en la búsqueda de pro­ductos y ofertas como en la lucha contra la exclusión bancaria y el analfabetismo.

Esto incluye, igualmente, el compromiso de los so­cios y la movilización de los empleados para luchar contra toda forma de discriminación y de exclusión. El GCE pretende conjugar actuaciones económicas y uti­lidad social, éxito económico y desarrollo de los valo­res humanos y medioambientales.

El apartado Desarrollo Sostenible del Groupe Caisse d’Epargne en Francia se basa en la puesta en marcha en la empresa de un plan de acción, sensibili­zación y animación destinado a:

El Medio Ambiente: El GCE se implica con los actores principales del Desarrollo Sostenible en Francia, en Europa y en el Mundo:

  • Adhesión desde 2001 al (CSR) «Corporate So­cial Responsability Europa».
  • Adhesión al pacto mundial de Nacionales Uni­das «Global compact».
  • Socio estratégico de WWF (primera organiza­ción mundial de protección de la naturaleza) para adaptar la clientela a modos más sosteni­bles de consumo, como el programa para un acceso sostenible al agua en el Níger.
  • Socio de ADEME «Club el planeta gana» y desarrollo del método «Balance Carbono» des­tinado a responder a las solicitudes de las colec­tividades y municipalidades para luchar contra las emisiones de gas de efecto invernadero.

La Ética: En lo que respecta a los productos y ser­vicios bancarios que se ofrecen a los clientes –cuya con­cepción debe integrar una obligación de rigor, confor­midad y transparencia–, el GCE, Groupe Caisse d’E­pargne, desarrolló en 2006 un cierto número de nuevos productos, conformes al concepto de Desarrollo Sosteni­ble:

  • Inversiones «socialmente responsables».
  • Créditos para las economías de energía.
  • Créditos destinados a la lucha contra la exclu­sión bancaria.
  • Participaciones financieras en las sociedades de Agrupaciones forestales para una gestión soste­nible de los bosques.
  • Difusión de la cartilla de ahorro Desarrollo Sos­tenible, iniciada en 2007 por el Ministerio de Economía y Finanzas, cuyos fondos permiten fi­nanciar los proyectos de economía energética, de lucha contra el calentamiento climático y la

            protección del medioambiente.

Cómo podemos integrar nosotros el desarrollo Sostenible en el día a día?

Ya que estamos en un momento de cambios, pre­guntémonos acerca del lugar que éstos ocupan en los tiempos que corren y, sobre todo, no hagamos prueba de inconsciencia subestimando sus consecuencias sobre el futuro de las talas masivas, el calentamiento climáti­co, la inseguridad alimenticia y la caída demográfica.

El economista Michel GODET, miembro del Con­servatorio Nacional de las Artes y los Oficios, econo­mista y sociólogo nos lanza una advertencia sobre la que debemos reflexionar: «Dejemos de asustarnos, pero dejemos espacio para una duda para no frenar las acciones de prevención y el desarrollo de la con­cienciación. Dejemos que el Desarrollo Sostenible se instale en las preocupaciones colectivas».

Nosotros los «mayores» tenemos una misión que la sabiduría de la edad nos obliga a cumplir.

Obligación medioambiental: Hemos disfru­tado de un medio que tenemos el deber de respetar, tenemos que protegerlo por nuestros hijos y nuestros nietos, por las generaciones futuras.

Obligación ética:

  • Podemos participar directamente en las accio­nes de las sociedades contra la exclusión en todas sus formas, por el respeto de los hombres y de las categorías desfavorecidas o en dificul­tad.
  • Podemos, en la elección de nuestras compras, de nuestras inversiones, buscar los productos y los fondos éticos «socialmente responsables», que respeten los Derechos Humanos y del Tra­bajo y la protección de la naturaleza.

Y es que el porvenir del Desarrollo Sostenible no estará garantizado si no colocamos al HOMBRE en el centro de nuestras preocupaciones cotidianas.

La mayoría de los análisis económicos tradiciona­les, ya sean liberales o socialistas, dan prioridad siem­pre a lo material, al capital y al trabajo, olvidando un elemento primordial y fundamental: EL HOMBRE.

Siempre bajo el punto de vista de Michel GODET, el desarrollo económico y, sobre todo, el Desarrollo Sostenible, no tendrán porvenir si no consideramos al HOMBRE como protagonista de nuestras inquietudes. Porque si el hombre se en­cuentra en medio de los cam­bios, nos cuestionaremos siempre y como prioridad acerca de la utilidad y las consecuencias de los cam­bios presentes y futuros.

Jean Claude Chretien
Vicepresidente Francia
Agrupación Europea