Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

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Debido al aumento en la esperanza de vida, se está incrementando el número de personas que requieren ayuda tanto para realizar sus quehaceres cotidianos como en sus cuidados. En Alemania son alrededor de dos millones de personas mayores las que necesitan de cuidados. Mayoritariamente – un 70%- se cuidan en casa por la familia y los amigos. Tan sólo unas 700.000  personas viven en asilos.

 

Abandonar el universo de lo conocido para adentrarse en el asilo no es un paso fácil. Con el fin de permanecer en sus hogares el máximo tiempo posible, muchas personas mayores están empleando a enfermeras provenientes de la Europa del Este. Estas mujeres ofrecen cuidados afectuosos las 24 horas a un precio asequible. Por desgracia, esta labor no es legal en Alemania. Por ese dinero, una enfermera sólo viene a visitar al anciano por la mañana y por la tarde. El resto del tiempo, la persona mayor se encuentra en un centro de día o simplemente sólo en casa. Si se decide a contratar a una enfermera alemana, será devorado por los costes que acabarán con sus ahorros – incluso llegando a ser necesaria la venta de su vivienda. Al final, dependería incluso de los servicios sociales de asistencia.

 

Existen en Alemania centros de cuidados para personas mayores sostenidas por el estado y por la Iglesia y otros mantenidos con fondos privados. Hay una gran diferencia entre ambos tipos de instalaciones. En las residencias privadas, las adineradas viejas glorias son mimadas y cuidadas. Por el contrario, en las instituciones públicas subsiste una falta de personal que no garantiza al 100% los cuidados de las personas mayores. Las hermanas dependen absolutamente de la ayuda de los propios familiares y de los voluntarios. Además, el salario que recibe este personal no está en relación con lo sacrificado de su trabajo. De ahí que este oficio, que requiere formación, no sea atractivo para las nuevas generaciones.

 

El seguro de dependencia surge para cuidados en casa y en régimen de internado. Alrededor del 98% de la población alemana tiene un seguro de dependencia. Encontramos tres niveles de cuidado. Con el fin de evaluar el grado correspondiente a cada nivel, se fija minuciosamente cada actividad y su ejecución. Por ejemplo: para el aseo corporal completo se estiman de 20 a 25 minutos; de 5 a 10 minutos para el afeitado. Se reconoce para el primer nivel un gasto temporal total de 90 minutos. El segundo nivel corresponde a unos cuidados de dos horas o más, y los cuidados de más de 4 horas al día  entran dentro del nivel 3. Esta clasificación se basa en las mediciones de un asesor médico.

 

Con mayor frecuencia comentan los servicios de atención al paciente, que su trabajo no satisface plenamente al destinatario. El Gobierno federal está proyectando una reforma estructural del seguro de dependencia. Sin embargo, los cambios no llegarán antes de 2007.

 

Debería fijarse por ley, que tanto en instalaciones públicas como privadas hubieran accesos para discapacitados y ascensores acondicionados para sillas de ruedas. También deberíamos disponer de un transporte público sin barreras para ancianos y discapacitados.

Ruth Rebert