Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

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Índice de Documentos > Boletín Euroencuentros > Número 4



Editorial

 

LA causa de las personas mayores encuentra día a día más importantes y eficaces valedores, y Asociaciones como las nuestras y Congresos como el celebrado en Alicante durante nuestro V Euroencuentro son buena muestra de ello. Los medios de comunicación también dedican espacios cada vez más amplios a los distintos aspectos de esta problemática en expansión en el mundo entero.

 

Con algunas diferencias, podría afirmarse que en todos los países de Europa se dan actualmente tres cauces o vías por los que la sociedad canaliza la atención que dispensa a los mayores: las pensiones, por las que se compensan al jubilado sus aportaciones al sistema de previsión social durante su vida laboral; las realizaciones exclusivas para mayores, como viajes, espectáculos, locales de recreo, residencias o para otras atenciones especiales; y la tercera vía, por la que el estado, la región, el municipio y ciertas entidades facilitan al mayor, que generalmente ve mermados sus ingresos con la jubilación, el acceso a los bienes de la cultura, el transporte, el turismo, los gimnasios, los espectáculos, e incluso algunos artículos o bienes de consumo, conjuntamente y en igualdad de circunstancias con las personas de cualquier edad, sin distinción aparente alguna, bonificando los precios e incluso concediendo algunos de esos servicios o prestaciones con carácter gratuito.

 

Parece evidente que esa 'tercera vía' es la que más claramente contribuye a la realización práctica de esa SOCIEDAD PARA TODAS LAS EDADES tan publicitada en estos últimos tiempos. La palabra tabú en el ámbito de los mayores es marginación, y una marginación más o menos encubierta supone el estar 'aparte' a la hora de viajar, de divertirse, de disfrutar de cualquier evento ofrecido con carácter general. Las ventajas o concesiones condicionadas a la separación no hacen mas que acentuar una sensación de confinamiento fácilmente detectable. Profundizar en las prestaciones igualatorias es, por el contrario, el camino de la solidaridad, el más justo y más humano que pueden seguir los organismos políticos y administrativos del presente y del futuro, reflejando progresivamente esta política en leyes y presupuestos oficiales que contemplen con la necesaria sensibilidad la integración social del mayor, del 'senior', a todos los niveles. Ayudas exclusivas, sólo las imprescindibles.

 

Resuelta en gran parte la vigencia de la ciudadanía europea con la libre circulación de personas y capitales, son muchos los que abogan por la creación de una credencial del mayor que le asegure el derecho a acogerse a los beneficios de esa 'tercera vía' en cualquier país de la Unión. Nos pronunciamos por el tipo de tarjeta usada en los cajeros y en otras aplicaciones personales e intransferibles, y nos parece muy aceptable la denominación 65+ (ó 60+, si así se estima conveniente), título que no precisa traducción. La TARJETA 65+ supondría, además, subsidiariamente, la 'contraseña' entre los miembros de esa numerosa clase ( class, classe, klass) que nosotros hemos dado en denominar JUBILAR (aunque parece que en alemán esa palabra tiene un sentido conmemorativo, que tal vez podría adoptarse) y que aspira a conseguir la participación de los jubilados en todos los órganos oficiales en los que se decidan cuestiones que les afecten.

 

Como último apunte sobre esta 'tercera vía' que nos ocupa, consignamos aquí nuestra insistencia en que no se impida oficialmente en ningún estado europeo que los jubilados puedan complementar los ingresos de su pensión realizando trabajos a tiempo parcial o 'por horas', como señala Eduardo Espert al referirse a los mayores en Alemania. En España, concretamente, esta posibilidad está injustamente vedada. Pero esta cuestión requeriría un espacio dedicado únicamente a su planteamiento. Hay mucho terreno a conquistar en nuestra campaña por la dignificaron de las personas mayores, pero al respecto hay algo evidente: el asociacionismo es absolutamente necesario. Unas organizaciones activas son el mejor medio para avanzar en el logro de nuestros objetivos.