EL año 1999 ha marcado un viraje decisivo en la vida de las Cajas de Ahorros francesas, y ha sido fatal para la Caisse Général de Retraite (Caja General de Jubilación) del personal de las Cajas de Ahorros. En efecto, la ley de reforma del 29 de Junio de 1999 ha hecho perder a nuestras Instituciones su carácter no lucrativo para transformarlas en sociedades cooperativas; el estatuto de sociedad anónima puro y duro ha sido afortunadamente evitado, gracias, en parte, a las intervenciones de la Fédération Française des Retraités ante los poderes públicos. La Federación ha conseguido incluso hacer adoptar algunas enmiendas, de las cuales hay una esencial: el reconocimiento oficial por la Ley de la noción 'de antiguos asalariados'. Esta disposición permitirá a los jubilados estar presentes en las Sociedades Locales de Ahorro, a través de la Federación como persona jurídica. Ellos podrán también, teóricamente, entrar en los Conseils d’Orientation et de Surveillance (Consejos de Orientación y de Vigilancia) con voz deliberante.
Jean Vauriot
Pero es cierto que la llegada a las Cajas de Ahorros de titulares de acciones cooperativas va a cambiar las condiciones de gestión y entrañará nuevas fusiones entre las Cajas como es de temer, 'Planes Sociales' de los que los activos pagarán el costo, y, sobre todo, se volverá a poner completamente en cuestión incluso la filosofía de la función que ellas desempeñan, tanto ante los individuos como en la sociedad.
En lo que concierne a la Caisse Générale de Retraites, todo comenzó el 31 de Diciembre de 1997, cuando el Jefe de la Red denunció unilateralmente los estatutos de este organismo.
¡Convulsión en la profesión!
Así se condenó a muerte brutalmente una vieja institución de casi 50 años. Los poderes públicos, probables instigadores de este decisión, aprovecharon la Ley de Reforma de las Cajas de Ahorros para introducir, bajo la forma de una sutil enmienda, la posibilidad de poner fin al estatuto actual del personal, que emanaba de una ley, para volcar el conjunto de los empleados en el sistema de los Convenios Colectivos. La consecuencia directa y más dramática es la obligación de estos últimos de integrarse directa y brutalmente en los regímenes interprofesionales de jubilaciones complementarias. Esta situación es extremadamente grave, porque las pensiones abonadas por estos organismos son muy inferiores a las de nuestra Caisse de Retraite. Las negociaciones están en curso para mantener los derechos adquiridos.
La Federación lucha en todos los frentes, en tanto que las relaciones con los activos son a veces delicadas. Pero el hecho es que nuestros adheridos representan el 70% de los jubilados, y que nosotros tenemos la posibilidad de entrar en los organismos con voces deliberantes, nos alienta a reforzar nuestra acción.
Grupo francés.
Pero no hay que hacerse ilusiones: los años futuros serán extremadamente difíciles, igual que sobre el plano europeo y la situación no es alentadora. De aquí la necesidad, para la Agrupación Europea, de poner en marcha una estrategia global a fin de intervenir directa y eficazmente ante la Comisión de Bruselas. El excelente trabajo firmado por Franco SALZA, Presidente de los jubilados italianos, sería una buena base de reflexión para un grupo de trabajo que estudiara estos problemas. Defensa del poder adquisitivo de los jubilados, dignidad, reconocimiento y responsabilidades. Tales son nuestras reivindicaciones.
Al comienzo del tercer milenio, los jubilados europeos afirmarían así su voluntad de integrarse profundamente en el tejido social, adoptando el principio intergeneracional.
El escritor francés Georges BERNANOS escribía: 'On ne subit pas l’avenir, on le fait' (No se improvisa el porvenir, se hace).
¡Ahora nos toca a nosotros!
* Referencia al artículo de Eduardo ESPERT.
Redactor Jefe de INFO RETRAITES (Francia)
