Desde una cierta altura, como del séptimo cielo … La pronta inmensidad iba, Una embriaguez anodina, Las nieves eternas veía Allá en la Sierra alejada.
Bella playa dorada, paraíso ancestral, con el Castillo Sohail, por guardián tangible, del sol naciente, y siempre lustral…
Fuengirola, Villa Blanca. Fuengirola, “la andaluza”. ¡Reina de la luz! Tanto hoy como ayer, sigues haciéndonos renacer.
Fuengirola de sensaciones, Fuengirola querida, haz de nuestra estadía, de sus momentos encantadores, recuerdos afables y de amistad innegable, como tu apacible mar, de azul impar.
A ti, Fuengirola, mil gracias a ti… Como así lo decimos incansablemente a nuestros vecinos amigos -primos y primas del mundo europeo-. Tenaces artesanos de tardes aplicadas. Amables compañeros de nuestras felices jornadas…
Habéis hecho de nosotros, en el pasado y presente, en el futuro y para siempre, felices aves del Paraíso…
Fuengirola, 6 y 7 mayo de 2014. Adaptación libre del poema “Souvenirs de Fuengirola” Georges VALLADE (Delegación francesa)