Co mo la Unión Europea se ha ampliado a 25 países, nuestra Agrupación, apenas con ocho países de la Comunidad, debe intentar también su ampliación. La 'Unión hace la fuerza' y todos seremos pocos para alcanzar el fin que anhelamos.

     En Europa desde occidente hasta oriente se lucha por los derechos de nuestra condición de jubilados y no podemos huir de esa contienda. Los países del Centro y del Este de nuestro Continente, deberían engrosar el número de aquellos que durante una vida de trabajo engrandecieron e hicieron progresar a sus instituciones de crédito y las convirtieron en enormes baluartes de las finanzas, sustento de la economía y del bienestar de sus ciudadanos. Y muchas veces, ¿qué recibieron a cambio? Apenas casi una limosna en relación a lo que tendrían derecho por el enorme esfuerzo que la mayoría aportó para alcanzar ese fin.

     Los activos, que hoy día tomaron nuestro lugar deberán ser recompensados dignamente por su trabajo, de manera que los bancarios sean considerados en sus respectivos países una clase necesaria para el desenvolvimiento de los mismos. No obstante debemos recordar a quién corresponda, que la situación actual no ha nacido ahora, sino que es producto, en gran parte, del esfuerzo y dedicación de aquellos que durante años trabajaron y se dedicaron, exclusivamente, a su profesión.

     Por eso creemos estar en la posición ideal para, una vez más, decirle a la Comunidad Europea que estamos todavía con bastante fuerza para reivindicar todo lo que nos pertenece. Así, todos unidos, algo podremos alcanzar, y para tal fin, con un poco de utopía tenemos que intentar atraer a nuestra Agrupación a los jubilados bancarios de los 25 países; espero que algo consigamos. Deberá ser esa nuestra meta y para alcanzarla debemos tener fuerza y coraje.

¡VAMOS A ESO!