Nuestro viejo continente, y particularmente Europa está en crisis. Esta situación tiene repercusiones en nuestra Agrupación Europea.
En una Europa que busca los elementos tangibles para su futuro a través de las intervenciones de los dirigentes, quienes se cuestionan sobre el equilibrio político y la estabilidad económico-financiera entre los países del Sur y los del Norte, nuestra Agrupación Europea debe continuar su acción a favor de los jubilados y en particular, de aquellos quienes debido a la crisis se sienten más marginados por enfermedades o por la pobreza.
Los gobiernos en ”río revuelto” intentan mantener el principio de una férrea entidad europea, pero lo que sucede es que cada uno vive en su propia “burbuja” y adoptan medidas que van más allá de un contexto general porque ,a menudo, por intereses electorales, éstos toman decisiones que nada tienen que ver con la voluntad común europea.
Nuestra Agrupación en representación de cada país y de AGE, la Plataforma Europea de las personas mayores en Bruselas, debe seguir llevando a cabo su acción a favor de los más mayores. Para nosotros, no solamente constituye un objetivo, un deber, sino también es nuestra razón de ser. El problema del endeudamiento de los países del Sur ya no es un asunto que atañe a un solo país sino que afecta a toda Europa en su conjunto. Podemos incluso afirmar que se ha convertido en un problema a nivel mundial.
A finales de junio, durante la cumbre de la Unión Europea, los dirigentes se pusieron de acuerdo para que una sola institución financiera se encargara del control global de todos los bancos europeos. Así, el organismo supervisor tendría derecho a cerrar los bancos que se encontraran en problemas, aunque los reguladores nacionales se opusieran a ello. Obviamente, los miembros de la Unión Europea deberán ceder una parte de su soberanía en materia de política fiscal y de gastos.
Por otro lado, el Consejo Europeo adoptó un “pacto para el crecimiento y el empleo”, de 120.000 millones de euros de inversiones. Este “pacto” engloba las acciones que los Estados miembro y la Unión Europea deben llevar a cabo para relanzar el crecimiento, la inversión y el empleo y hacer a Europa más competitiva. Sin embargo, lamentamos la ausencia de una visión precisa sobre la integración política.
Jacques Delors, uno de los padres de Europa, recordaba que “Europa era una construcción única en la historia”. Europa no es y no puede ser un solo Estado. Somos 27 Estados y defendemos nuestras diferencias, nuestras tradiciones y nuestras culturas nacionales. Dicho esto, hemos elegido unir nuestros destinos al mutualizar un gran número de nuestras políticas, ya que sabemos que somos más fuertes juntos. Si queremos que nuestra voz continúe escuchándose el día de mañana frente a Estados Unidos, China, India o Brasil, no tenemos otra alternativa.
En el seno de la Agrupación Europea, ya no es tiempo de disputas internas. Desde hace 19 años hemos demostrado nuestra voluntad de seguir, etapa tras etapa, con la construcción de una Europa social y humana de todos los ciudadanos, una Europa para todas las edades, firmemente anclada en la defensa de los desheredados y particularmente de las personas mayores. Este es el sentido de nuestra acción en AGE, la plataforma Europea de las Personas Mayores en Bruselas. Para nosotros, no solamente constituye un objetivo, un deber, sino también es nuestra razón de ser.
Debemos acallar nuestras diferencias y unir nuestros esfuerzos y competencias para seguir, incansables, con la construcción de esta Europa. Debemos evitar juntos la regresión de los derechos socio-económicos y salvaguardar la protección social de los más desprotegidos, los desheredados. Esta es la visión de Europa que debe ayudarnos a vencer nuestras diferencias y unirnos en la acción.
Jean Claude CHRETIEN
Presidente
